Gobernador de Oaxaca

Presa Paso Ancho que pretende revivir gobierno de Salomón Jara es un proyecto fracasado: INSO

El biólogo Juan José Consejo considera que “estos proyectos fracasados que se retoman o se trata de revivir es como el regreso de los zombis porque se trata de cosas ya muertas”.
sábado, 17 de agosto de 2024 · 11:50

OAXACA, Oax. (apro).- “El regreso de los zombis” está a la puerta. Y es que frente a la crisis del agua que pone en riesgo la viabilidad de la ocupación humana en los Valles Centrales de Oaxaca, el gobernador Salomón Jara Cruz y la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo pretenden revivir proyectos fracasados como la construcción de la Presa Paso Ancho.

El biólogo Juan José Consejo, representante del Instituto de la Naturaleza y la Sociedad de Oaxaca (INSO), considera que “a estos proyectos fracasados que se retoman o se trata de revivir es como el regreso de los zombis porque se trata de cosas ya muertas”, debido a que esta propuesta fue rechazada hace 12 años con la lucha que encabezó el maestro Francisco Toledo.

Y “es muy probable que esta nueva propuesta sea tomada en cuenta pese a los enormes yerros y el conjunto de problemas que trajo la construcción de la presa de Paso Ancho, pero hay elementos insalvables”.

Explicó, primero, que se trata de obras increíblemente caras porque no es nada más el vaso y la presa misma, sino el acueducto que se requiere de 80 kilómetros o más si se quiere seguir el trazo de la carretera a la Costa.

Ante el reciente anuncio que hizo el gobernador morenista Salomón Jara Cruz, sobre el interés de retomar la construcción de la Presa Paso Ancho para “dotar” de agua a la zona metropolitana de Oaxaca, 28 organizaciones que integran el Observatorio Ciudadano-Comunitario del Agua y Medio Ambiente de los Valles Centrales de Oaxaca (OCCAMA) manifestaron su preocupación debido a la falta de información al respecto.

Su preocupación radica en se desconocen los impactos que en administraciones pasadas se han omitido, haciendo inviable técnica, social y jurídicamente esta iniciativa, la cual además de cara provocó violencia entre pueblos.

Sobre la propuesta que el gobierno del estado presentó ante la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, manifestaron que en el marco jurídico nacional e internacional de derechos humanos, el acceso a la información, la transparencia y la redición de cuentas, las instituciones estatales y federales están obligadas brindar información de este proyecto a la ciudadanía, sus componentes, costos y tiempos estimados.

Así como el programa hídrico en el que se inserta, su justificación ecológica, económica y ambiental, además de sus impactos esperados (positivos y negativos). Aunque esa información ya fue solicitada por el Observatorio, aún no hay respuesta.

Resaltaron que tal como se han expresado comunidades y expertos en diversos acuerdos del Foro Oaxaqueño del Agua, cualquier proyecto hídrico ha de contar con una sólida justificación de carácter hidrológico, ecológico y social; apego riguroso y respeto al derecho agrario, ambiental, derechos indígenas y diversas leyes aplicables en materia de agua.

Consideran que “debido a los antecedentes del proyecto Paso Ancho, clausurado por la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) en 2014, es necesario que las autoridades impulsen procesos participativos donde los diferentes niveles de gobierno asuman su responsabilidad para recuperar y sanear fuentes de agua a nivel local, fortaleciendo la gobernanza del agua desde una visión de cuenca antes de emprender proyectos donde se vulneran derechos de comunidades en beneficio de grandes urbes que no modifican sus dinámicas de sobre explotación y contaminación”.

Por lo pronto, el Observatorio ha venido solicitando información ante el gobierno municipal, estatal y federales para conocer los presupuestos y programas a implementar, con el objetivo de dialogar en la construcción de propuestas, acciones integrales y participativas.

Los integrantes del Observatorio hicieron un llamado al gobierno del estado y las instituciones federales para que abra los canales para discutir y reflexionar públicamente sobre la pertinencia del proyecto de Paso Ancho, así como para conocer otras propuestas de solución viables que en otras regiones del país y del mundo están ayudando a tener impactos duraderos y con mejores resultados a largo plazo.

Asimismo, las organizaciones que forman el Observatorio manifestaron su plena disponibilidad para dialogar y participar en mesas de trabajo y foros abiertos, para el diseño, los diagnósticos y la instauración de políticas públicas, incluyendo los diversos proyectos de infraestructura presentados, para garantizar una plena gobernanza del agua y enfrentar exitosamente los retos de mejoramiento social y ambiental ante el cambio climático.

Para el biólogo es inevitable que experimente un déjà vu (experiencia vivida) porque hace muchos años ya habían discutido el asunto de una gran presa y el acueducto para dotar de agua a la ciudad de Oaxaca en la que participó activamente el maestro Francisco Toledo.

Recordó que hace 12 años el maestro Toledo apoyó la lucha que se realizó contra el proyecto de Paso Ancho. Hizo hincapié: “Tenemos más de 8 mil años habitando los Valles Centrales de Oaxaca; tenemos una larga historia continua de ocupación humana de este territorio y a través de ese tiempo ha habido diferentes eventos de gran impacto como la conquista o la introducción de técnicas de saneamiento, pero ahora tenemos una crisis que pone en riesgo la viabilidad de la ocupación humana de este territorio”.

Entonces, dijo, “puesto que es una crisis con profundas raíces históricas, es una crisis muy compleja, a lo mejor lo olvidamos ahora que llovió y parece que se atenúa el problema de la falta de agua, pero esto no es así, debemos de tenerlo en mente”.

Mencionó que es “una crisis tan compleja que no puede ser resuelta por una obra, un decreto, aunque así suelen presentarla los políticos, se requiere de un conjunto muy bien elaborado de medidas de carácter legal, técnico, administrativo y económico”.

“Ya estamos acostumbrados a que los políticos nos receten la solución final a los problemas del agua, podemos recordar que así se denominó el proyecto del drenaje profundo de la Ciudad de México para poner uno de los muchísimos ejemplos y ahora nos dicen que con esto (la presa Paso Ancho) se acaba el problema de la disponibilidad del agua”, añadió.

Sin embargo, dijo, “tenemos que ser muy cuidadosos y en particular tenemos que poner sobre la mesa el argumento que ya se ha usado en otras ocasiones es que no tenemos de otra. Tenemos que traer agua de otro lado porque sino, cómo le hacemos”.

Adelantó que “sí tenemos de otras porque en realidad, desde hace mucho tiempo, se han propuesto un conjunto de medidas para atender el problema del agua que por lo pronto son más baratas, más rápidas que esta obra, y sin duda son más sensatas desde el punto de vista social y ecológico”.

Actualmente, agregó, hay un movimiento extenso para abandonar proyectos de megapresas incluso para destruirlas o quitar el cemento de zonas urbanas para permitir infiltración del agua.

El contexto político de Oaxaca “llegó un grupo que propone que tenemos que hablarle con claridad al pueblo, que tenemos que favorecer a los más marginados, combatir activamente la corrupción y que tenemos que reforzar medidas como la transparencia y la rendición de cuentas, tenemos que separar el poder económico del poder político”.

Entonces, “queremos invitar al gobierno del estado a que haga efectivos esos principios en el diseño consensuado de la política”.

Finalmente hizo hincapié que en estos los últimos 12 años, las organizaciones sociales han tenido tiempo de organizarse obtener algunas victorias resonantes como la suspensión de la presa Paso de la Reina, el movimiento que encabezó Francisco Toledo para oponerse a la construcción del Centro de Convenciones en el Cerro del Fortin o la lucha que han llevado varias comunidades como enfrentar megaproyectos como la minería.

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