CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Javier Gutiérrez Becerril fue subdirector de Modernización y Nuevas Áreas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) durante la administración de Enrique Peña Nieto, posee una mansión en una villa ubicada en Montpellier, Francia.

Milenio dio a conocer que el exfuncionario de la CFE adquirió este inmueble diez días después de que la CFE celebrara contratos para la construcción de un gasoducto de 17 millas con la empresa WhiteWater Midstream.

Gutiérrez Becerril, y Guillermo Turret son investigados por corrupción mientras operaban la filial estadunidense de la CFE que se encargaba de la negociación de la importación de gas a territorio nacional, la CFEi.

Según información de Milenio, Gutiérrez Becerril adquirió la mansión con un valor de 460 mil euros, lo que equivale a 9 millones de pesos, actualmente, la casa podría tener un valor de 50 millones de pesos.

Además de esta casa, Becerril cuenta con una lujosa propiedad en Houston Texas, cuyo valor está estimado en 27 millones de pesos, esta propiedad la adquirió en el 2018.

Gutiérrez respondió vía correo electrónico a Milenio que ambas propiedades, la de Houston y la de Francia, las había adquirido con recursos de su firma y que no estaban conectados con proveedores de la CFE ni con la empresa WhiteWate Midstream.

“Recursos provenientes de servicios prestados de manera legítima por JG Enery Consulting Corporation no conectados a WhiteWater o no conectados de manera directa o indirecta a proveedores de CFE y/o proveedores de sus subsidiarias o filiales”.

De acuerdo con los datos del medio, la compra de la villa de descanso francesa se realizó el 19 de diciembre de 2016 por JG Energy Consulting, una firma fundada por Gutiérrez en 2014, sin embargo, la firma no contaba con los fondos suficientes para poder pagar esa cantidad de dinero.

La Comisión Federal de Electricidad inició un proceso en contra de Becerril y Turrent por corrupción luego de la adjudicación de un gasoducto a la empresa WhieWate Midstream a través de una licitación falsa.

Aunado a esto, la CFE calificó ese gasoducto como innecesario, pues en ese momento México contaba con infraestructura suficiente para suministrar el gas a territorio nacional.