Cerocahui

Obispos hacen llamado a la paz en homenaje a sacerdotes jesuitas asesinados en 2022

En la homilía, el obispo González Salazar llamó a la feligresía reunida a ser “constructores de paz”, y que ésta “se prolongue en la sierra tarahumara y en todo el país”.
jueves, 20 de junio de 2024 · 20:18

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A dos años de los homicidios de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, así como de los laicos Paul Berrelleza y Pedro Palma, obispos de Chihuahua acudieron a la parroquia de San Francisco Javier para homenajearlos y, con ello, a los cientos de miles de personas asesinadas y desaparecidas en México durante estos últimos años por el crimen organizado.

Al hacer un llamado por la paz, durante la celebración religiosa por los dos años de los hechos que conmocionaron al país, los obispos de la Tarahumara, Manuel González Salazar, y de Ciudad Cuauhtémoc, Jesús Omar Alemán Chávez, recordaron la labor de los sacerdotes sacrificados entre los indígenas rarámuris y reconocieron que sus muertes se sumaron a las de miles en el país.

En la celebración religiosa transmitida vía remota por la Compañía de Jesús, los obispos de Chihuahua se sumaron al pronunciamiento que hizo la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la Compañía de Jesús de México (CJM), la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México (CIRM) y la Dimensión Episcopal para los Laicos, para llamar a la tercera etapa de los Diálogos por la Paz. 

La ceremonia estuvo engalanada con bailes y cantos de indígenas rarámuris, y contó con la presencia de los familiares de las víctimas.

En la homilía, el obispo González Salazar llamó a la feligresía reunida a ser “constructores de paz”, y que ésta “se prolongue en la sierra tarahumara y en todo el país”.

El obispo de Ciudad Cuauhtémoc, Jesús Omar Alemán Chávez, que convivió de cerca con los sacerdotes sacrificados, señaló que el acto de memoria para los religiosos y los dos civiles asesinados hace dos años, es extensiva para “los cientos de miles de desaparecidos y asesinados que ha habido en el país”, y que el llamado sea un “acto de indignación ante esta desgracia humana que se transforma en danza y en esperanza por la reconstrucción del tejido social”.

El prelado sostuvo que los nombres de los cuatro caídos en Cerocahui, se suman a una “lista interminable” de fallecidos a manos del crimen organizado, y que “no podemos tolerar la impunidad cuando la muerte de ellos, la sangre de ellos está clamando justicia, la historia de Caín y Abel se repite donde la injusticia, el odio, el pecado ha frustrado la vida de muchos inocentes”.

Los obispos se sumaron al llamado a recordar “a miles de víctimas de la violencia en todo el país”, como parte de homenaje a los jesuitas y a los civiles asesinados el 20 de junio de 2022.

En un documento dado a conocer el miércoles por la Red Nacional de Paz se alerta que la tercera etapa de los Diálogos por la Paz tiene el objetivo de “construir puentes entre los distintos sectores y órdenes de gobierno para construir acuerdos que permitan imaginar y construir un futuro posible”, así como diseñar “proyectos locales de paz” impulsados por la ciudadanía para establecer los cimientos para la paz “desde la familia, las escuelas, los barrios o las empresas”.

Los organizadores de los Diálogos destacaron en su pronunciamiento que en dos años han recogido “más de 60 mil miradas que reflejan un diagnóstico comunitario, cientos de buenas prácticas y acuerdos de colaboración, plasmados en la Agenda Nacional de Paz y el Compromiso para la Paz”.

Para los firmantes, “el asesinato de los padres Javier y Joaquín nos ha permitido resignificar el dolor que mora en los corazones de muchos rincones del país, construir un movimiento compartido que tiene la paz como horizonte y las víctimas de la violencia como punto de partida y estar dispuestos a no claudicar hasta volver habitable cada territorio del país”.

La Red conformada por iglesias, universidades, sociedad civil, empresas, colectivos y víctimas y comunidades vecinales, anunció la organización de mesas de trabajo para diseñar esa agenda y “asumir el reto y la voz para exigir y construir acciones concretaras en materia de seguridad, justicia y tejido social”.

El documento fue firmado por Roberto Cabrera López, arzobispo de Monterrey y presidente de la CEM; Ramón Castro Castro, secretario de la CEM; Luis Gerardo Mora Madrid, prepósito provincial de la CJM; José Luis Loyola presidente de la CIRM, y Denisse Arana Escobar, secretaria ejecutiva de la Dimensión Episcopal para los Laicos.

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