Carlos Slim

¿Slim, Salinas Pliego y los demás megamagnates, una opción para gobernar México en 2030?

Un reciente estudio de la agencia Innovative Marketing, vuelve a traer al debate público la posibilidad de que en elección presidencial, los grupos empresariales decidan inmiscuirse en la toma de decisiones políticas.
miércoles, 22 de mayo de 2024 · 07:08

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En 2018 la cúpula empresarial llegó con un meta ante el escenario de que Andrés Manuel López Obrador ganaría la Presidencia: ungir a Carlos Slim como el candidato presidencial de los grupos de poder para intentar contrarrestar el inminente triunfo del tabasqueño. El magnate y otrora dueño de Grupo Carso dijo: "No, yo estoy dedicado a otras cosas". Desde entonces, en el imaginario colectivo se ha instalado la idea de que los llamados megamagnates pudieran aspirar un día a ejercer el poder político, ante la ausencia de liderazgos claros en los cuadros tradicionales de la política. 

Un reciente estudio de la agencia Innovative Marketing, vuelve a traer al debate público la posibilidad de que en elección de 2030, los grupos empresariales decidan inmiscuirse en la toma de decisiones políticas. Al menos, los resultados indican que en las preferencias de interés están los nombres del dueño de Telmex, así como del empresario Ricardo Salinas Pliego y de Germán Larrea de Grupo México, quien tiene un polémico historial de negocios bajo la benevolencia de los gobiernos de los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón.

El trabajo, que se difunde coincidentemente a días de la jornada electoral que dará sucesión al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y a un sexenio de la siguiente elección, se realizó con "un margen de error de +/- 5% a un 95% de confianza", de acuerdo con los propios dichos de la agencia. 

La empresa lleva 15 años en el mercado y trabaja principalmente en estudios para la iniciativa privada, pero también sobre temas sociales como derechos sexuales y empresas automotrices y financieras. Y en este momento aseguran que no están vinculados con ninguno de los actores mencionados en su trabajo. Este proceso de investigación fue de casi 21 días.

"En un contexto global marcado por el declive en la credibilidad de los partidos políticos, han surgido cada vez más candidaturas apartidistas o ciudadanas. México no ha sido la excepción de esta tendencia, ya que en las últimas décadas se han evidenciado actos de corrupción en todos los niveles de gobierno y para todos los partidos políticos. Muchos empresarios se han posicionado voluntaria o involuntariamente como posible parte de la vida pública del país", señala el documento en poder de Proceso.

Los resultados arrojan que "no importa el nivel socioeconómico prácticamente todos los mexicanos conocen a Carlos Slim".

Por su parte, Salinas Pliego "tiene un reconocimiento más alto entre las personas mayores a los 46 años y de los niveles socioeconómicos más altos, aunque se detecta que su imagen va creciendo rápidamente en el resto de los niveles".

Finalmente aseguran que "como era de esperarse, el resto de los empresarios tienen un mayor posicionamiento entre los niveles socioeconómicos más altos de la población".

Ante la pregunta "¿cuáles de dichos megamagnates considera interesantes para que se postulen para presidente en 2030?", los resultados arrojan que Slim tiene una preferencia de 22.3%, Salinas Pliego de 13.3% y Larrea del 2%.

En este momento, Slim cuenta con 84 años y en una eventual candidatura en 2030 tendría 90 años. El dueño de TV Azteca tendría 74 años en la próxima elección y Larrea contaría con 76 años. 

El 86.5% de los encuestados revela que los partidos políticos no satisfacen las demandas de la ciudadanía. Pero, además, arroja otro dato revelador, los agentes que más influyen en el "destino del país", son en primer lugar el presidente, los medios de comunicación, los megamagnates y el crimen organizado, como el cuarto agente de influencia.

El caso Salinas Pliego

Ante el cuestionamiento sobre si representa una advertencia o señal de alerta que el dueño de TV Azteca pudiera parecer como el “candidato idóneo” dentro de esta línea de disrupción de candidatos que el estudio presenta, Fernando Coronado, CEO y socio-fundador de Innovative Marketing & Consultants y Daria Iafiásova, directora de Public Opinion coinciden en que podría ser al menos la cara más visible debido a su propia condición.

“Salinas Pliego puede ser la respuesta para un bloque de la población. Quizá es un aviso en el largo o mediano plazo”, revela Coronado.

“Es interesante ver quién lo apoya, son las mujeres la clase media, mujeres de entre 40 y 50 años”, señala Iafiásova.

Coronado indica que “lo que más puede ser que tenga en el radar la gente es el tema del dueño de TV Azteca, porque formalmente es el que pueda ser más factible, para este punto considerando que estamos a seis años, aunque pareciera que no tiene un porcentaje representativo, la gente lo está considerando para bien o para mal”.

“Además de Trump, estuvo Berlusconi que dieron el salto de las empresas a la política”, dice Iafiásova. Basta recordar que a esto se suma que cuando el magnate estadunidense lanzó su campaña, la mayoría de los medios de comunicación y de los actores políticos lo desestimó, pero al final el electorado le dio el voto de confianza y hasta el momento, pareciera estar muy cerca de ocupar un segundo mandato presidencial en la Casa Blanca.

Salinas Pliego es amado y odiado tanto por los sectores del gobierno como por parte del empresariado, y más recientemente con su batalla por la evasión de impuestos con lo que se ha enfrentado al gobierno de López Obrador, pero como advierte el estudio, su nombre está posicionado dentro del debate público.

Desigualdad

Basta recordar que, a principios de enero, la organización Oxfam, reveló que el aumento de los precios en México, que llegó a su pico más alto en dos décadas entre septiembre de 2021 y septiembre de 2022, benefició a los multimillonarios del país, quienes concentran ahora 8.18% de la riqueza privada nacional. Slim Helú, vio su fortuna dispararse 58% desde 2020 –posee ahora una riqueza equivalente a la de los 63.8 millones de mexicanos más pobres–; en la lista de ultrarricos de la revista Forbes le sigue Germán Larrea Mota Velasco, quien tuvo un enriquecimiento todavía más espectacular: 125%.

La organización, que año tras año documenta la discrepancia en México publicó el informe “El monopolio de la desigualdad” refiere que las políticas neoliberales aplicadas en el país mediante las privatizaciones y la instalación de monopolios privados provocaron la caída de la riqueza nacional controlada por el Estado –de 23.2% en 2003 a 9.3% en 2020– y un aumento de la riqueza en poder de las empresas, de 18.2% a 25.2%.

Gracias a su control sobre los mercados, el 10% de las empresas más grandes y sus dueños –que acaparan 93% de los activos físicos– han aprovechado los aumentos de los precios observados en los últimos años, para generar más ganancias, en detrimento de la población.

Independientemente de lo pudiera ocurrir en la elección de 2030, lo cierto es que los dueños de las empresas contarían con recursos ilimitados para concretar eventuales aspiraciones políticas, así como una amplia red de medios de comunicación que podrían equilibrar una balanza a su favor, como lo que sucedió con el magnate Donald Trump en Estados Unidos o Silvio Berlusconi en Italia.  

Finalmente, el documente es claro en su hipótesis: “La posibilidad de considerar a los megamagnates como figuras presidenciales se vuelve cada vez más probable, especialmente considerando el deterioro de la credibilidad de los partidos políticos en México. La aceptación de Carlos Slim y Ricardo Salinas Pliego muestra niveles significativos de interés, a pesar de que ninguno ha formalizado aún su intención de participar en la política”.

Los datos arrojan una premisa que indica que "cerca de la mitad de los entrevistados considera que si un magnate llegara a ser presidente de México, la situación de la corrupción no cambiaría".

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