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AMLO acusa a Diego Fernández de Cevallos de influyentismo; “El Jefe” responde con este reto

"Es uno de los abogados más ricos del mundo", dijo el mandatario sobre el excandidato presidencial panista.
miércoles, 13 de marzo de 2024 · 20:22

CIUDAD DE MÉXICO (apro).-  El presidente Andrés Manuel López Obrador recordó cuando debatió en televisión con el excandidato presidencial panista Diego Fernández de Cevallos, a quien llamó “leguleyo” y acusó de usar influyentismo.

“El Jefe”, a su vez, le respondió en su cuenta de X (Twitter) llamándolo “rufián” y lo retó a que lo invite a una de sus conferencias, a las que llamó “marraneras”.

En su conferencia mañanera, el presidente refirió que en su libro “Gracias” cuenta lo que ocurrió en el debate celebrado el 7 de marzo de 2000, moderado por Joaquín López-Dóriga, en el que discutió frente a frente con Fernández de Cevallos.

“Yo en el libro cuento, y esto es para los jóvenes, de que cuando me toca debatir con Diego Fernández de Cevallos estaba complicado porque Diego, un parlanchín, bueno, parlamentario, leguleyo, fácil de palabras, muy buen orador, y yo tartamudeando, comiéndome las ‘S’, ni siquiera hablo de corrido.

“Y resulta que, como tiene sus asuntos Diego porque se metió a hacer negocios en Punta Diamante y luego a usar el influyentismo, se le llama coloquialmente ‘coyotaje’, y se hizo inmensamente rico, es uno de los abogados más ricos del mundo. Entonces, llevaba yo un sobre negro y nada más lo sacaba yo así poquito en el debate. Y veía el sobre y se le iban los ojos, y se empezó a poner nervioso, nervioso, nervioso, y así fue como lo enfrenté”.

 

 

La respuesta de Diego

En redes sociales, el político queretano respondió a las declaraciones del mandatario, a quien volvió a nombrar con el apodo de “Tartufo”.

“Para que no se hable de la realidad, hoy Tartufo hizo gala de su creatividad reciclando una catarata de embustes en mi contra. Mi respuesta es directa: de un rufián como él sólo me ofendería un elogio, y lo reto a que me invite a una de sus marraneras para que me lo diga cara a cara, que no sea cobarde”.

 

 

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