Fuerzas Armadas

Crimen, violencia y suicidios en la Guardia Nacional

El estrés, el alcoholismo y el uso de drogas han ocasionado asesinatos de integrantes de la Guardia Nacional a manos de sus compañeros. Otros han atacado y herido a policías de corporaciones locales que trataron de contenerlos. Los mandos de Sedena y la Marina guardan silencio al respecto.
miércoles, 10 de enero de 2024 · 05:00

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- En los últimos meses, elementos que fueron comisionados por la Secretaría de Marina (Semar) y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para conformar la Guardia Nacional, a cargo del General en retiro Luis Rodríguez Bucio, han asesinado a compañeros mientras se encuentran de comisión. Después de cometer el crimen, algunos incluso han llegado a cometer suicidio frente al resto de los elementos.

Proceso tuvo acceso a varias tarjetas informativas en las que militares de la Guardia Nacional asignados por la Sedena reportaron a sus superiores lo sucedido. Ahí también se registra que el consumo de bebidas alcohólicas entre los soldados y marinos mientras se encuentran en servicio es un factor destacado en los asesinatos y las riñas con lesiones.

Una de estas tarjetas, fechada el 10 de octubre 2023 y enviada por el inspector general Carlos Fortunato Sánchez Cobos, titular 2/o. B.G.N al general Jesús Rafael Taboada González, C.E. Estado de México, señala que a las 3:30 de la madrugada recibió un reporte “del coronel Cmte.2/o. BPM”.

Se transcribe textual:

"... Buen día mi comisario, 0350, esta fecha se comunicó el Sub agente Antonio Mayahua Tetzoyolt, desplegado en la B. O. San Antonio del Rosario (…), informando que aproximadamente 0330, escuchó unos disparos en el alojamiento del Cmte. De la B.O., que ocupa el agente Juan Manuel Cauich Bermon y al acudir al lugar encontraron al citado agente con un impacto de bala en el pecho siendo trasladado a Cd. Altamirano Guerrero para su atención médica”.

Según el reporte, en el lugar se encontró el cuerpo sin signos vitales de la guardia Cecilia García Tenorio con un impacto de bala en la espalda. Al cierre de esta edición se desconoce el estado de salud desu agresor, el agente Juan Manuel. Cauich Bermon. Continúa el reporte:

“...Por lo que salió el suscrito a la B. O. San Antonio del Rosario, con 1 Oficiales 13 E.B. Y 2 Vehículos oficiales. Se Coordina Con el Inspector Adolfo López Mateo (…), desplegado en la B.O. Nanchititla, para que se traslade a la B.O. San Antonio del Rosario para que recabé más datos del suceso. Se seguirá informado…”, señala el inspector general Sánchez Cobos, “Titular 2/o. B.G.N”.

En otro caso, el pasado 17 de octubre el marino I.M. Abelito Alejandro Solano se encontraba ingiriendo bebidas embriagantes, cuando el sargento de la Policía Militar Huitzil lo encontró y dio parte al teniente de la Policía Militar Víctor Hugo Carvajal, quién ordenó que todo el personal se armara y se apostara en las torres.

En ese momento, el marino Solano se armó y espero a que todos salieran, abasteció su arma, la puso en modalidad de ráfaga y entró a la oficina de la 111 Compañía de Ciudad Hidalgo, Michoacán, para quitarle la vida al sargento Huitzil con un estimado de cuatro detonaciones. Después salió de la oficina, se arrodilló y se disparó en la barbilla con su arma Sig Sauer.

La tarjeta informativa señala:

“Me permito informar a esa superioridad, que aproximadamente a las 1505 Hs. de esta fecha, informó a esta Coord. que siendo aprox. las 1445 horas se escucharon detonaciones de proyectil de arma de fuego al interior del comedor de las instalaciones de citada Cía., efectuados por el *C. Guardia en contra del C. *Agente (Sgto. 2/do. Pol. Mil. ), quien al parecer recibió dos impactos en el pecho”.

“Posterior a los hechos, el ya antes citado Guardia Nacional, salió de las instalaciones del comedor y se dirigió hacia el sitio donde se encuentra la cisterna y bomba de agua de mencionadas instalaciones, en donde se colocó de rodillas disparándose en la cabeza con su arma de cargo, quedando sin vida en ese lugar”.

Los miembros de la Guardia Nacional que estuvieron presentes señalan que el teniente Policía Militar Víctor Hugo Carvajal, a quien el sargento Huitzil llevó el reporte de que el marino Solano ingería bebidas alcohólicas, en lugar de ordenar una sanción para el marino le ordenó que se armara y se fuera a apostar a las torres, igual que al resto del personal.

El 10 de agosto, el teniente de la Guardia Nacional Celso Hernández Velazco, de 49 años, murió en el Cuartel de la corporación en el municipio de Pitiquito, Sonora, a manos de otro oficial.

De acuerdo con medio locales, los hechos se registraron a las 14 horas del pasado lunes 7 de agosto en las instalaciones del destacamento, a dos kilómetros de la comunidad de Pitiquito.

La prensa local publicó que Hernández Velazco discutió con otro oficial de la Guardia Nacional, éste sacó su arma de cargo y le disparó una sola vez en el pecho. La víctima murió a pesar de que se le brindaron los primeros auxilios. El responsable fue detenido de inmediato por sus compañeros de corporación y fue entregado a las autoridades federales.

Elementos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) y de la Policía Estatal de Seguridad Pública (PES), así como el Ejército Mexicano acudieron al lugar, junto con personal de una funeraria local.

Rodríguez Bucio. Silencio / Foto: Eduardo Miranda 

Las autoridades del Ejército y de la Guardia Nacional no respondieron a las solicitudes de información y entrevistas por parte de Proceso, a pesar de que esta corporación comisionó a más de 120 mil soldados para integrar la Guardia Nacional.

Alcohol, droga y armas

A los asesinatos cometidos dentro de la Guardia Nacional, se suma que el alcoholismo se incrementó entre militares y marinos en horas de servicio. En algunos casos, los policías municipales que trataron de contenerlos resultaron heridos.

La corporación municipal de Jonuta, Tabasco, detuvo a tres soldados adscritos a la Guardia Nacional por herir a un policía local, conducir alcoholizados y a exceso de velocidad, así como disparar sus armas en distintas direcciones. También se les retuvo el vehículo y el armamento oficial.

A las 23:05 horas del 24 de septiembre, el coordinador estatal de la Guardia Nacional en Tabasco recibió el reporte de oficial: “El subdirector de Seguridad Pública del municipio de Jonuta notificó que personal de la policía municipal acudió a un llamado de ciudadanos del municipio de Jonuta reportando que elementos de la Guardia Nacional andaban en exceso de velocidad e ingiriendo bebidas alcohólicas”.

A los efectivos federales “se les interceptó enfrente de la cancha municipal de Jonuta, Tabasco; se dialogaba con ellos cuando, de repente, empezaron a alterarse y a efectuar disparos en distintas direcciones, hiriendo de gravedad al agente policía municipal Atilano Ojeda López, quien recibió un disparo a la altura del abdomen; de inmediato se procedió a su aseguramiento”.

Los elementos de la Sedena detenidos son Iván Enrique Santos Cansinos, Manuel Osvaldo Interín Pech y Tomás de Jesús López Pérez, por lo que el segundo subinspector de la Guardia Nacional Alan Jhair Martínez Bollas, asignado al caso, ordenó que los tres fueran traslados a la delegación de la Fiscalía General de la República (FGR) en Villahermosa, Tabasco, para ponerlos a disposición del Ministerio Público.

Se les aseguraron armas de cargo: dos fusiles FX calibre 5.56, matrículas F18139652 (con el que se efectuó el disparo al policía) y F18139639; un fusil Colt M16 A2 calibre 5.56, matrícula A0046564; cinco cargadores FX y seis cargadores M16. Además, el vehículo de la Guardia Nacional siglas GN329318, el cual permanece en el retén de tránsito municipal de Jonuta, Tabasco.

En la detención participaron el subdirector de Seguridad Pública del Municipio de Jonuta, Manuel Vicente Acuña Hernández, y por la Guardia Nacional el segundo subinspector Alan Jhair Martínez Bollas, así como el primer respondente, comandante y abogado José Francisco Correa Morales.

El número de la carpeta de investigación aún está por determinar. Hasta el momento se desconoce el estado de salud del policía herido.

Los efectivos de la Guardia Nacional detenidos pertenecen a la 318 compañía, con sede en Macuspana, y a la coordinación estatal Tabasco 19 Brigada de la GN.

Asimismo, militares y marinos asignados por el Ejército a la Guardia Nacional han sido sorprendidos consumiendo drogas.

El pasado 28 de noviembre, policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México detuvieron a Eliezer Mayorga García, suboficial de la Guardia Nacional, quien presuntamente consumía droga en calles de la alcaldía Gustavo A. Madero.

De acuerdo con los primeros informes, oficiales capitalinos realizaban  un operativo preventivo en la demarcación, cuando detectaron a Mayorga García cuando usaba estupefacientes. Éste ostentó su puesto de suboficial de la Guardia Nacional y agredió a los policías, por lo que fue arrestado y trasladado a al Ministerio Público.

A Mayorga se le aseguró un arma de fuego con tres cartuchos útiles, dos bolsas de presunta droga y una pipa con la cual la consumía en plena calle. Hasta el momento se desconoce su situación actual.

Cansancio y estrés

Elementos de la Sedena y la Marina consultados por la reportera aseguran que en la Guardia Nacional se padece un estrés excesivo porque se obliga a los elementos a realizar funciones de que no les competen y para las cuales no están preparados, pues solo recibieron capacitación cuatro semanas, la cual es insuficiente para hacerse cargo de la seguridad pública. Además, la mayoría tiene secundaria o preparatoria como máximo nivel de estudios.

“Son sobreestresantes los horarios que les imponen sin una función específica que desempeñar, ya que la consigna es dar recorridos. No quieren realizar aseguramientos porque nadie los respalda. El medio castrense es cerrado, es cuadrado. Es sin razón. Es obediencia. Yo manifestaba en algún momento, en una reunión, que la gran diferencia entre el medio castrense y el medio policial es el pensamiento crítico, el tener la facultad de tomar decisiones inmediatas y no esperarse a ver qué te dice el mando castrense”, señala uno de los soldados comisionados a la Guardia Nacional.

“Si se ordena un aseguramiento, puede estar en riesgo hasta la libertad del que aseguró al ratero porque de Sedena no hay ningún tipo de apoyo. Piensan que somos máquinas. Y lo único que se logra es que se siguen incrementando los homicidios de soldados y marinos. No existió un análisis para poder establecer los aspectos laborales objetivos, es decir el desarrollo operativo que se puede llevar a cabo”, afirma.

A menos de un mes del 1 de enero, cuando venza el plazo establecido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que regresen al Ejército y la Marina los elementos comisionados para conformar el 98% de la plantilla de la Guardia Nacional, los efectivos consultados señalan:

“En la Guardia Nacional todo gira alrededor de las órdenes. La gente está cansada, está agotada. Entre más cansado, menos trabajas. Está demostrado también que entre menos trabajas la delincuencia sigue. Y nosotros, estamos cansados de trabajar sin rumbo”.

Texto publicado en la edición 0007 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

 

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