Educación

La Autónoma de Sinaloa, botín de guerra entre el gobernador Rocha Moya y el exrector Cuén

La Universidad Autónoma de Sinaloa y su matrícula se encuentran en medio de una guerra política entre el gobernador Rubén Rocha Moya y su exaliado Héctor Melesio Cuén Ojeda. Se trata de una pugna con daños colaterales, sobre todo en la vida de la institución académica.
miércoles, 27 de septiembre de 2023 · 05:00

CULIACÁN, Sin (Proceso).– La Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) es el blanco. En medio, la comunidad universitaria sufre las principales afectaciones. Quienes antes fueron aliados ahora se pelean con todo por el control político de la institución. De un lado, el gobierno estatal emanado de Morena; y del otro, el Partido Sinaloense (PAS) y los funcionarios universitarios. Es la guerra política en todos los frentes.

Esto sucede en medio de una ruptura política entre los grupos de Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa, y de Héctor Melesio Cuén Ojeda, exaliado en la campaña electoral de 2021 y fundador del PAS. Ambos personajes fueron rectores de la UAS.

Ahora en septiembre este choque ha subido de tono. Como saldo preliminar se cuentan el auto de vinculación a proceso de Jesús Madueña Molina, rector de la UAS, junto con funcionarios del Comité de Adquisiciones de la universidad por la compra presuntamente irregular de tortillas por más de 45 millones de pesos a casas del estudiante que, según la imputación de la Fiscalía de Sinaloa, no tenían alumnos.

Entre el 12 y 13 de septiembre últimos se celebró la audiencia inicial contra el rector Madueña. El resultado fue el auto de vinculación a proceso por la presunta compra irregular señalada.

El proceso se extendió por más de 25 horas a lo largo de esos dos días, y al término de la audiencia inicial el rector advirtió a medios locales que la cargada viene desde el gobierno del estado.

Rocha Moya. Foto: Procesos contra personajes de la UAS. Foto: Montserrat López

Previamente, el 21 de agosto último, Madueña Molina fue vinculado a proceso por el presunto delito de abuso de autoridad, cometido supuestamente contra funcionarios de la Auditoría Superior del Estado por negarles el acceso para ejecutar una revisión de las cuentas universitarias. El argumento es la violación a la autonomía de la UAS. Sus recursos, advierte, solamente pueden ser revisados por la Auditoría Superior de la Federación. 

A la cuenta se suman también cargadas contra empresas de Héctor Melesio Cuén Ojeda, así como la apertura de un proceso penal contra su hijo Héctor Melesio Cuén Díaz por presuntos negocios ilícitos.

La tarde noche del martes 19 de septiembre pasado, mediante la Comisión Estatal para la Prevención de Riesgos Sanitarios de Sinaloa (COEPRISS), suspendieron de manera total al restaurante en Culiacán “Casa María”, propiedad de la familia de Melesio Cuén junto a una empresa en Mazatlán denominada “Beisbox”, esta última suspensión parcial.

En las afueras del restaurante en Culiacán colgaron una manta advirtiendo una persecución política. Al día siguiente, un llamado de último momento a todo el gabinete de Rubén Rocha y por la noche de ese mismo miércoles, el gobernador solicitó la renuncia del titular del COEPRISS Randy Ross Álvarez.

Ese mismo miércoles 20 se filtró a medios de comunicación locales el expediente mediante el cual la Fiscalía presentó cargos contra el exdirector de Bienes de la UAS, Héctor Melesio Cuén Díaz (hijo de Melesio Cuén), por su probable comisión del delito de negociaciones ilícitas, supuestamente cometido mientras fue funcionario.

Primer golpe

La cargada contra la UAS comenzó con la Ley General de Educación Superior. La universidad, desde el primer momento, advirtió una transgresión a su autonomía. El argumento está basado en que los destinos de la institución educativa se deciden y defienden desde el Consejo Universitario, máximo organismo rector de la institución. 

El Consejo Universitario se conforma por 304 miembros, del cual 64% de ellos son afiliados al PAS, incluido Jesús Madueña, actual rector. Esta manera de conformar al órgano universitario data desde los tiempos de Melesio Cuén como rector, el cual es integrado por “herencia”, es decir, el Consejo saliente vota al entrante. 

Sin embargo, desde la universidad advierten que dicha ley lleva dedicatoria. 

Y, según el Congreso de Sinaloa, ésta no tiene ninguna etiqueta, y arguyen que incluso es incluyente, garantiza la gratuidad, incorpora las lenguas indígenas, y entrega mejores instrumentos para su desarrollo a las universidades y centros de investigación.

Cuén Ojeda. Exaliado del gobernador. Foto: facebook / hectormelesiocuen

La publicación en el Periódico Oficial se realizó el 28 de febrero pasado e inmediatamente después la UAS realizó movilizaciones, la más reciente, el 4 de agosto último, con lo decidido en el Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito, con sede en Mazatlán, el cual ordenó al juez Sexto de Distrito que admitiera los amparos de los consejeros universitarios que había desechado de entrada. 

De acuerdo al abogado de la UAS, Milton Ayala Vega, esas dos resoluciones de amparo se suman a cerca de 150 que tienen esa misma resolución de más de 250 promovidos, y el resto están por admitirse con base en estas resoluciones que ya dictó el Tribunal Colegiado de Circuito.

Esa batalla fue abandonada y las hostilidades se trasladaron a los juzgados locales, con las acusaciones a funcionarios de la UAS, enfrentando procesos el rector, el secretario general, Robespierre Lizárraga, y el Comité de Adquisiciones.

Y en medio, los universitarios. Obligados a participar en cada manifestación bajo el argumento de la defensa de la autonomía. El pago de primas, el otorgar horas en clases y las horas extras, dependen del activismo universitario en el movimiento.

Alianza o árbol que nace torcido

En los inicios de febrero de 2021 la carrera por la sucesión gubernamental en Sinaloa ya estaba más que encaminada. En ese momento las versiones sobre una alianza entre Morena y el Partido Sinaloense tomaban fuerza y para finales de ese mismo mes ésta se hizo oficial.

El dirigente nacional del Morena, Mario Delgado, llegó a Culiacán para formalizar la alianza por candidaturas comunes con el PAS. En ese momento en círculos políticos lo describieron como mezclar el agua y el aceite. 

Menos de tres años atrás, en la cruzada de Andrés Manuel López Obrador por la Presidencia de la República, en un mitin en Culiacán, se hizo acompañar por Rubén Rocha, quien en ese momento aspiraba al Senado. En su arenga, el ahora presidente de México fue muy explícito.

Eran los tiempos de campaña de López Obrador en 2018. En Sinaloa, acompañado de Rubén Rocha, invitaba al voto masivo por Morena. Cerraron la principal avenida para su mitin. La gente abarrotó el sitio. En su discurso, el ahora presidente llamaba a su gente a recordar a un cacique local: Héctor Melesio Cuén Ojeda.

“Y el otro, Cuén… es una cosa sorprendente, empezó como jefe de Compras en la Universidad Autónoma, entre comillas, de Sinaloa, él llegó a ser rector y desde entonces es el que manda, él ha puesto a todos los rectores, y ahora, hace poco hasta se atrevió de manera descarada, o no se dio cuenta porque dijo que había entregado, ha repartido 200 mil despensas, nada más que obviamente no dijo de dónde salió el dinero. Ahora sí, como decía mi paisano Chicoché, quién ‘pompó’, ¿de dónde salió el dinero?”.

Rocha llegó al Senado y posteriormente, el 31 de diciembre de 2020, se convirtió en candidato a la gubernatura en medio de una lucha interna en Morena con los exalcaldes de Mazatlán Luis Guillermo Benítez Torres y de Culiacán Jesús Estrada Ferreiro. 

Ambos personajes, tanto Benítez como Estrada, ahora enfrentan procesos legales por presuntos actos de corrupción.

Tras esta designación, la alianza entre Rocha y Cuén era impensable entre los morenistas locales. Sin embargo, sucedió. “Vamos a cogobernar”, advirtió tras la victoria Cuén al semanario Ríodoce. Tras la elección, Rubén Rocha tomaría la gubernatura y Melesio Cuén la Secretaría de Salud. El cogobierno duró hasta el 11 de mayo de 2022, en que fue separado de su cargo por instrucciones del mismo gobernador. 

Madueña. Proceso contra el rector. Foto: dcs.uas.edu.mx

El argumento para separarlo fue un proceso legal abierto por parte de Melesio Cuén contra el periodista y columnista Luis Enrique Ramírez Ramos, asesinado el 5 de mayo de 2022 en Culiacán. La instrucción girada desde el gobierno del estado en la circular 01666/22 ordenaba a funcionarios retirar demandas contra periodistas, en caso de tenerlas o renunciar a su cargo.

Morena comenzaba a sacudirse la alianza con el PAS. 

Partido Sinaloense

Comenzó como una asociación civil. La llamaban en ese entonces “Cuenta Conmigo”, un juego de palabras con el apellido de Héctor Melesio Cuén. Esa frase además siempre ha sido una con la que en cada una de las campañas políticas emprendidas se ha identificado. Cuenta conmigo.

Para 2012 se logró conformar el Partido Sinaloense (PAS). Desde entonces, la UAS ha sido el bastión de Melesio Cuén, y una significativa parte de quienes ostentan los más altos cargos en la universidad son afiliados a ese partido.

Como muestra, en agosto de 2022 el diario Noroeste publicó una investigación donde revelan que 63% de los salarios que se pagan al interior de la UAS son devengados por militantes del PAS. 

 

La investigación del medio local señaló que tras un cruce de datos del padrón de 2021 del PAS con la de la nómina de junio de 2022 de la UAS, advierten que seis de cada 10 pesos que se pagan en la UAS corresponden a empleados, funcionarios y colaboradores que se encuentran afiliados ese partido político.

Al respecto, diversas voces al interior de la UAS critican esta simbiosis, la describen a veces como a un quiste. 

El investigador y académico Sergio Cervantes, adscrito a la Facultad de Historia de la UAS, realizó una campaña por medios locales. En las primeras dos semanas de septiembre, en uno y otro lado declaró casi exactamente lo mismo.

“Las promociones laborales, ingresos, ascensos y todo tipo de beneficios que uno pueda obtener como trabajador pasan sobre la base de que uno le muestre incondicionalidad a su proyecto político, entonces esta persona es muy sensible a cualquier disidencia o pensamiento contrario al suyo que pueda tener uno dentro de la universidad y en ese sentido te bloquean”.

Infiltrados de uno y de otro lado

El 30 de julio pasado Morena realizó a escala nacional el proceso interno mediante el cual votaron a sus delegados. Lo anunciaron de puertas abiertas para toda la ciudadanía. Se elegirían a siete hombres y a siete mujeres en una jornada que de igual modo serviría como de afiliación.

Los resultados desagradaron a los primeros morenistas de Sinaloa. En cada uno de los distritos donde hubo elección el PAS infiltró militancia que resultó electa consejera. 

La vara no fue la misma para todos. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) también habría incursionado en un abordaje en el proceso interno de Morena del cual resultaron con 16 hombres y mujeres con un espacio como consejeros en Morena.

Hubo queja y el proceso se repuso. Todos los militantes del PAS fueron expulsados.

PAS. La UAS, su hábitat. Foto: @melesiocuen

Como respuesta el gobernador hizo “limpia” de funcionarios de su gabinete de extracción o militancia del PAS. Primero, Luis Alfonso García Corrales fue destituido de COEPRISS y después ahora Rafael Mendoza Zatarain y Wascar Torres salieron de la Secretaría de Turismo.

Después, una desbandada de diputados locales y presidentas municipales electas por el PAS. La sacudida comenzó con la alcaldesa de Cosalá, Carla Úrsula Corrales, quien en una rueda de prensa hizo público su deslinde del grupo de Cuén y su adhesión a Morena. 

A Carla Corrales se le sumó su par del municipio de El Rosario, Claudia Liliana Valdez Aguilar, y luego las diputadas Luz Verónica Avilés Rochín y Rosario Sarabia y el diputado Martín Vega, todos electos bajo las siglas del PAS.

Mientras el conflicto escala, la vida universitaria trata de mantenerse. Las convocatorias a marchas y protestas se escalonan para tratar de garantizar las actividades. 

Lo que sí es generalizado es el posicionamiento. Al interior de la UAS no hay cabida para los neutros. Tampoco en el gobierno de Sinaloa. Es defender a la autonomía o abordar a la universidad. Unos dicen que son perseguidos, y los otros se dicen los libertadores. Una universidad con recursos públicos superiores a los seis mil millones de pesos y que además genera recursos propios. 

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