REGRESO A CLASES
Padres de familia abarrotan las calles del Centro Histórico para comprar los útiles escolares
Previo al inicio del ciclo escolar 2023-2024, la calle de Mesones es visitada para surtir la lista, tanto en los comercios establecidos como con los vendedores ambulantes.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- “Hay que saber buscarle”, aconsejó una señora aventurada entre los puestos de útiles escolares mexicanos y su competencia china más barata que “se pelean” al cliente sobre la calle Mesones, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, previo al inicio el ciclo escolar 2023-2024.
Desde muy temprano, en la calle conocida como una de las principales para la venta de papelería en Zócalo de la Ciudad de México se preparó con mochilas, cuadernos, millares de hojas de colores, plumones, lápices y distintas ofertas en útiles para recibir a los padres de familia que, con poco tiempo de anticipación, acudieron a realizar las últimas compras y preparar a sus hijos con todo lo necesario para el regreso a clases.
A las 10:15 horas, la calle ya estaba inundada con todos los armamentos necesarios para el regreso a clases. Sin embargo, mientras algunos de los comerciantes ambulantes terminaban de instalar sus puestos otros, por medio de gritos, invitaban a los compradores a no perderse las promociones: “¡Llévele, llévele, 10 lápices por 40 pesos!”.
Apurados, padres de familia con las listas de útiles en mano repasaban con dedicación cada uno de los puestos para encontrar los precios más bajos y la mejor calidad.
Uno de los vendedores relató a Proceso que los cuadernos eran el producto más vendido, ya que al día se vendían alrededor de 500 piezas: “Pero más los domingos, es el día que más gente viene”.
Los productos y los precios entre cada uno de los puestos ambulantes era similar: “cinco cuadernos por cien pesos”. La oferta más popular que anunciaban los letreros fosforescentes que colgaban de las sombrillas de cada puesto.
En los locales, el costo de los artículos se incrementaba, pues los mismos cuadernos de una marca “de espiral, 100 hojas y cuadro chico” se vendían a 60 pesos.
Las ofertas y productos se apropiaban de la vialidad hasta Anillo Circunvalación, en donde el paso se relajaba y los compradores aprovechan para degustar sus paladares con tamales fritos, tacos de carnitas o quesadillas.
Una mamá relató que para el ciclo escolar 2023-2024 las principales compras que realizó eran los uniformes y los cuadernos, así como otros útiles del agrado de su hijo. En estos últimos indicó que había gastado alrededor de 2 mil pesos.
La señora aclaró que aunque los productos que venden en la conocida “Plaza de los chinos” son más baratos, no son de buena calidad: “El precio es más bajo, pero la calidad no es la misma, yo soy enemiga de los chinos”.
Dentro de la plaza ubicada en la calle Mesones y el cruce de 20 de Noviembre, los productos eran los mismos que en el exterior, sin embargo, los precios más bajos hacían que las personas se formaran en largas filas para poder entrar a los locales para ver y tocar los diferentes artículos, pese al letrero que alertaba: “No tocar, se maltrata”.
El juego de mochila, estuche y lonchera de Frozen se vendía en 350 al exterior de la plaza, sin embargo, entre los largos pasillos el precio bajaba a solo 280 pesos.
“Hay que saber buscarle”, aseguró una señora que se aventuraba entre los diferentes puestos y sacapuntas con formas de animalito para encontrar letras de fomi que le había encargado la maestra del kínder para su nieta.
Agregó que con el apoyo del Gobierno de 900 pesos les había alcanzado para comprar los zapatos del uniforme de su nieta, sin embargo aún había muchos útiles pendientes por tachar de la lista.
Tras ver que tanto en el interior como en el exterior de la plaza los precios del codiciado alfabeto eran los mismos se rindió y le dijo a su hija: “Mejor lo hacemos nosotras, sale más barato”.
Para mediodía, nuevos padres de familia en compañía de sus hijos que libraban una batalla interna para decidir si la mochila de Buzz Lightyear era mejor que la de Spiderman, continuaban sumándose a las calles del Zócalo capitalino para hacer las compras para el nuevo ciclo escolar.