maíz
Rechazan injerencia extranjera en la soberanía alimentaria del país
La Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País instó a la unidad en la lucha por la soberanía alimentaria y el respeto por la naturaleza.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País se pronunció hoy en contra de la “injerencia extranjera” de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá. La controversia gira en torno a la solicitud de un panel de discusión relacionado con el maíz en México. La campaña, dedicada a proteger la soberanía alimentaria y salvaguardar los maíces nativos, critica severamente lo que considera una táctica que pone en riesgo la independencia nacional.
Los integrantes de Sin Maíz No Hay País expresaron un descontento con los tratados comerciales que permiten que naciones extranjeras interfieran en las decisiones nacionales sobre producción y consumo de alimentos. El decreto presidencial reciente que prohíbe el uso de glifosato y el maíz genéticamente modificado (GM) es considerado un punto de inflexión crucial por la campaña, marcando un cambio significativo en el modelo agroalimentario del país.
Desde la implementación de este decreto, los gobiernos de Estados Unidos y Canadá han ejercido presiones y, según los activistas, han buscado cuestionar las bases científicas de esta decisión. A pesar de los esfuerzos del gobierno mexicano por presentar pruebas y proponer investigaciones conjuntas sobre los efectos del glifosato y los maíces transgénicos en la salud humana, el gobierno estadounidense ha rechazado cualquier posibilidad de cooperación, lo que la Campaña interpreta como una negación de la voluntad de llegar a un acuerdo.
La Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País sostiene que las pruebas acumuladas sobre los daños a la salud, así como las demandas ganadas en Estados Unidos relacionadas con el glifosato, demuestran la necesidad de considerar los riesgos involucrados en el uso de agroquímicos.
La campaña subraya que la agricultura campesina de pequeña y mediana escala tiene el potencial de ser la verdadera alternativa para la producción de alimentos, la protección del medio ambiente y la preservación de la biodiversidad. Argumentan que estas decisiones protegen la riqueza biocultural de las comunidades campesinas y el patrimonio gastronómico del país.
La Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País instó a la unidad en la lucha por la soberanía alimentaria y el respeto por la naturaleza. Además, subraya la importancia de rechazar cualquier condición que ponga en peligro los derechos fundamentales de los mexicanos, incluido su derecho a un ambiente sano, a la salud y a la vida.