CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Un juez de control vinculó a proceso a Karla Lizet “N” por el delito de feminicidio agravado en grado de tentativa por, presuntamente, arrojarle ácido en el rostro a Ana Saldaña el 12 de noviembre de 2018 en la colonia Militar Marte, alcaldía Iztacalco.

En un comunicado, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) detalló que luego de aportar los datos de prueba, el impartidor de justicia le impuso la medida cautelar de prisión preventiva justificada a la presunta responsable.

Agregó que, en la audiencia de cumplimiento de orden de aprehensión, el juzgador la calificó de legal, por lo que el Ministerio Público de la Fiscalía Especializada en la Investigación del Delito de Feminicidio, de la Coordinación General de Delitos de Género y Atención a Víctimas, formuló la imputación correspondiente.

El juez de control fijó un plazo de dos meses y 15 días para el cierre de la investigación complementaria.

El día de la agresión
 

De acuerdo con las investigaciones de la FGJCDMX, el 12 de noviembre de 2018 Karla Lizet “N” y Marcos “N” abordaron a Ana Saldaña con el pretexto de venderle gelatinas en la alcaldía Iztacalco. 

Luego de que la víctima se negó a comprarles, Karla Lizet “N” presuntamente sacó un recipiente con ácido clorhídrico y se lo arrojó al rostro, lo que provocó a Ana lesiones por quemaduras químicas de primer y segundo grado en la cara, cuero cabelludo y diversas partes del cuerpo.

En tanto, Marcos "N" esperaba en la puerta del andador para asegurarse que la víctima perdiera la vida.

Sin embargo, cuando escucharon la alarma vecinal, los presuntos agresores huyeron de la escena del crimen.

Según la FGJ capitalina, hay un antecedente de que el exnovio de Ana presuntamente les habría pagado a Karla Lizet “N” y a Marcos “N” para cometer la agresión.

Más de 20 ataques con ácido
 

De acuerdo con un estudio de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Cuajimalpa, hasta 2020 se habían reportaron 20 ataques a mujeres con ácido en México. 

La edad promedio de las víctimas va entre los 20 y los 30 años. Y en la mayoría de los casos, los agresores fueron sus parejas o exparejas.

En 2018 se reportó el mayor número de agresiones, al registrar siete. Sin embargo, la investigadora Tania Casasola aseguró que la cifra de ataques podría ser más alta, ya que muchas agresiones no se denuncian y no se hacen públicas.