CIUDAD DE MÉXICO (apro).-El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que un elemento de la Guardia Nacional murió por el estallido del coche bomba ocurrido el miércoles 28 en la ciudad de Celaya, Guanajuato, y agregó que también hubo militares heridos en otro ataque en Michoacán.

Aseguró que esos hechos demuestran que los grupos delincuenciales son cada vez más violentos y están más armados.

“Estos grupos están muy armados y están muy violentos, es un reducto de esos grupos que se crearon desde hace muchos años y ya están en una actitud de mucha violencia”, afirmó.

El presidente dijo que se han decomisado granadas y bombas, y explicó que en el caso de Guanajuato los delincuentes hicieron estallar el coche bomba en el momento en que elementos de la Guardia Nacional se acercaron a revisar el vehículo. “Le quitaron la vida a un elemento de la Guardia Nacional, y lo mismo en el caso de Michoacán, bombas ahí hirieron a elementos del ejército”.

Apuntó que las autoridades mantienen las investigaciones y que ya se “tienen identificados (a los responsables) y hay planes de detención a todos. No es como el tiempo de antes, que había impunidad o que se perseguía a una banda y se protegía a otra”.

También criticó que se acuse a elementos de la GN o de las fuerzas armadas de estar coludidos con grupos delincuenciales o de participar en actos delictivos, “no es correcto”, además de que eso no sucede “para nada, al contrario, ellos están cumpliendo con su deber, actuando de manera responsable. Tienen todo el reconocimiento porque arriesgan sus vidas por proteger las vidas de los demás, y lo están haciendo muy bien, con mucho profesionalismo, sin violación de derechos humanos”.

El mandatario federal aseveró que anteriores administraciones, para perseguir a una banda y destruirla, usaban a los protegidos y los uniformaban de policías, y reprochó que ese asunto se ocultaba en los medios.

“Había hasta pactos entre el gobierno y los medios de manipulación para que los conductores de noticias no hablaran de violencia. Hacían reuniones con el presidente los más famosos conductores de noticiarios, y hablaban de que tenían que actuar con ética, de manera responsable, y no contribuir a hacer apología del delito. Todo lo que ahora hacen en grande.”

Por esa razón acusó que ahora todo es sensacionalismo y amarillismo, pero lo que hay de fondo “es la lucha de dos proyectos distintos y contrapuestos de nación: Ellos representan el conservadurismo corrupto y nosotros representamos la justicia, la libertad y la auténtica democracia; aunque les moleste que yo sea tan claro, somos distintos”.