PACHUCA, Hgo. (apro).- Tras la renuncia de la dirigencia del priismo hidalguense que era afín al exgobernador Omar Fayad Meneses, el grupo político de la diputada federal Carolina Viggiano Austria asumió la presidencia del Comité Directivo Estatal (CDE) del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Hidalgo.

Como símil del discurso de Alejandro Moreno Cárdenas, líder del PRI nacional, quien desvaloró la renuncia de Fayad, de la dirigencia priista estatal y de los ocho diputados que integraban el grupo parlamentario tricolor en el Congreso de la entidad, el recién designado presidente del CDE, el también diputado federal Marco Antonio Mendoza Bustamante, insistió en que quienes renunciaron no representaban los intereses de la militancia, sino que actuaban en contubernio con los gobiernos morenistas.

Como antes Viggiano Austria y Moreno Cárdenas, Mendoza reiteró que “el PRI no es de nadie”, en alusión a la salida de otrora militantes que ocupaban posiciones públicas y partidistas, y siguen la directriz del exmandatario estatal.

Asimismo, la secretaria general del CDE, Jenny Márquez Méndez –también parte del grupo Viggiano y quien se mantuvo en la posición tras las renuncias en el seno de la dirigencia–, hizo un llamado a los simpatizantes para “recuperar la grandeza” del partido, que en 2022 perdió, tras 93 años de mandatos ininterrumpidos, la gubernatura estatal, y tras la dimisión de sus ocho legisladores locales se quedó sin representantes en el Poder Legislativo local por primera vez en la historia.

El discurso del nuevo presidente coincide con el de la dirigencia nacional, la cual, a decir de los militantes que renunciaron, es el motivo por el que desistieron de seguir, al acusar que no hay espacio para la crítica y que los actuales líderes concentran las posiciones políticas para sus afines.

Después de la renuncia de Fayad tras más de 40 años en el priismo, el 15 de junio, así como de la bancada y parte de la dirigencia encabezada por el también legislador Julio Valera Piedras, el día 20, Viggiano, secretaria general del CEN del PRI, reclamó: “Quienes hoy renuncian nos dejan claro que sólo usaron al PRI para ocupar posiciones, prueba de ello es que renuncian al partido, pero no al cargo por el que cobran”. 

“Los que se van hace mucho que se habían ido”, añadió, además de asegurar: “No perdemos nada, ¿saben por qué? Porque los diputados locales que se van nunca levantaron la voz por los hidalguenses para no incomodar al gobierno federal, del que son y seguirán siendo comparsa a cambio de un pacto de impunidad y complicidad que se cocinó desde 2018 con la llegada de Morena a la presidencia, consumado en las más recientes elecciones”.

Sin mencionarlo, se refirió a Fayad y el periodo en el que controló el priismo local, durante su mandato: “Rescatemos lo que por 6 años estuvo cooptado por la exclusión, la frivolidad y los intereses personales”. 

Por su parte, “Alito” Moreno consideró al exgobernador hidalguense “una vergüenza para el PRI”, y pidió que se le investigue por probable responsabilidad en el mecanismo de desvíos a través de simulación de servicios y transferencias a empresas fantasma que las autoridades en el estado, ahora a cargo del morenista Julio Menchaca Salazar –otrora priista– han denominado “La estafa siniestra”.

Inicialmente, la Agencia de Investigación Criminal (AIC) estimó en 522 millones de pesos el presunto desfalco, en el que, aseveró por el seguimiento realizado desde la validación de presupuesto extraordinario, el fingimiento de adquisiciones de insumos Covid-19 y de ejecuciones de obra pública por parte de municipios, más la “comprobación” de gastos que hizo el gobierno anterior, estaban involucrados 13 alcaldes y al menos dos integrantes del gabinete de Fayad.

No obstante, ahora estima que los peculados podrían superar los mil millones de pesos.  

Moreno Cárdenas sostuvo que el exjefe del Ejecutivo estatal y sus seguidores no representan nada para su partido, que hicieron “el trabajo sucio” para Morena –pues insistió en un proceso de transición pactado– y que están muertos de miedo de que los metan a la cárcel.    

Marco Antonio Mendoza Bustamante, nuevo presidente del CDE del PRI, es originario de Tulancingo. Su carrera política está ligada a las posiciones de Carolina Viggiano Austria. Fue asesor parlamentario en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión (2009- 2012), cuando la exaspirante a la gubernatura hidalguense fue representante del distrito 6, en uno de los cuatro periodos en los que ha ejercido en San Lázaro.

En 2012 también fungió como comisionado para la Instrumentación del Sistema Penal en Coahuila. Asimismo, fue titular de la Comisión Interinstitucional para la Reforma del Estado y la Gobernabilidad Democrática de ese mismo estado (2013- 2016). Lo anterior, en periodos de influencia del exgobernador coahuilense Rubén Moreira Valdez.

Diputado federal desde 2018, Mendoza Bustamante tiene como suplente a Juan Pablo Beltrán Viggiano, hijo de la secretaria general del CEN priista.