COLIMA, Col. (apro).- El nuevo subadministrador de Operación Aduanera en la Aduana de Manzanillo, Sergio Emmanuel Martínez Covarrubias, fue asesinado dos semanas después de haber sido designado en ese puesto, confirmó la alcaldesa de ese municipio, Griselda Martínez Martínez.

Se trata del cuarto integrante de esta aduana asesinado en poco más de año y medio, luego de que el 6 de octubre de 2021 fueron localizados los cuerpos de los servidores públicos Francisco Antonio Pérez Zavala, Juan Carlos Juárez Ramírez y Édgar Alejandro Díaz Rosales, quienes habían sido privados de la libertad una semana antes en el estacionamiento de un centro comercial de Manzanillo.

En el caso de Sergio Emmanuel Martínez, había sido privado de la libertad este domingo 28 al llegar a un restaurante de la ciudad porteña a desayunar, pero durante casi 48 horas se ignoró su paradero y su suerte, aunque el lunes fue localizado un cuerpo sin vida cuya identidad no había sido revelada por las autoridades.

En una rueda de prensa realizada en esta capital, en la que fue cuestionada sobre ese tema, la presidenta municipal manzanillense informó que durante la reunión de la Mesa de Seguridad de este martes la Fiscalía General del Estado (FGE) dio a conocer que el cuerpo corresponde a Martínez Covarrubias.

Antes de llegar a Manzanillo, el subadministrador de la Aduana de Manzanillo se había desempeñado en el área de Comercio Exterior de la Aduana de Matamoros, Tamaulipas, y tras su nombramiento vino a suplir al capitán de la Secretaría de Marina Adrián Omar del Ángel Zúñiga.

“No sabemos —dijo Griselda Martínez— si ya traía un problema de donde venía, de Tamaulipas; (a los trabajadores de esta área) los trasladan de un lugar a otro justamente para que no les hagan daño, no sabemos si ya venía con una persecución y lo agarraron aquí en Manzanillo o el problema se generó inmediatamente llegando”.

La alcaldesa de Manzanillo recordó que hace más de un año, a raíz del asesinato de los otros tres trabajadores de la Aduana de este lugar, le había pedido al entonces director general de Aduanas, Horacio Duarte Olivares, “que por favor ya no pusieran civiles en esas funciones, si el presidente ya había decidido que la Marina se hiciera cargo de esos puestos que son tan delicados y tan sujetos a presión”.

Griselda Martínez dijo que inclusive le sugirió a Duarte que a la Aduana de Manzanillo, a las de Tamaulipas, a la de Lázaro Cárdenas, las más complicadas, los funcionarios enviados no duraran más de dos meses y que no tuvieran que salir a la ciudad, sino ofrecerles alojamiento al interior del propio puerto para resguardar en lo que más se pudiera su integridad.

“Fue una propuesta y un mensaje que yo le envié a Horacio; entiendo que después lo atendieron y que inclusive las personas tienen la opción de alojarse al interior del puerto e inclusive solicitar el alojamiento en las instalaciones de la Secretaría de Marina; sin embargo, el personal que llega tiene la libertad también de no hacerlo”, comentó Martínez.

No obstante, después de haber sido ocupados los puestos directivos con elementos de la Semar, en el caso del subadministrador ahora asesinado se trataba nuevamente de un civil.