CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Un primer debate de tres que sostendrán los candidatos a la gubernatura de Coahuila se realizó hoy, ante un auditorio repleto de porras, rechiflas y cotilleos que, aun estando prohibidos, marcaron de principio a fin el encuentro.

La tanda de asaltos, sin embargo, corrió como se esperaba en las posiciones que asumieron los cuatro:

Un candidato, el de la coalición PRI-PAN-PRD, Manolo Jiménez Salinas, favorito según las encuestas, centrado en su pliego de propuestas y desmarcándose apenas de los priistas Humberto y Rubén Moreira, invocados reiteradamente por el penúltimo en las preferencias, el neopetista Ricardo Mejía Berdeja, quien aprovechó cada turno para descalificar a sus opositores.

Instalado en la promesa de llevar la Cuarta Transformación a Coahuila, el de Morena, Armando Guadiana Tijerina, fue insistente en su oferta de política social, reviró con l señalamiento de “traidor” al del PT en más de una ocasión, y ambos, como también lo haría el del Verde-UDC, Evaristo Lenin Pérez Rivera, plantearon la idea de derrotar al PRI para acabar con la hegemonía de uno de los últimos dos estados donde no ha habido alternancia

El Teatro Nazas de Torreón, fue el escenario elegido por el Instituto Electoral de Coahuila, para instalar los cuatro atriles y dejar la moderación de los periodistas, Javier Solórzano y Sandra Romandía, la periodista que aprovechó la oportunidad para cuestionarle a Manolo Jiménez sobre contratos otorgados a negocios de su familia cuando fue alcalde de Saltillo, pero el priista evadió.

Lo mismo hizo Mejía Berdeja cuando Romandía le cuestionó sobre su promesa de apego a la ley aun cuando incurrió en senda promoción anticipada.

Ante unos 500 invitados, los candidatos cruzaron señalamientos por sus desempeños pasados: a Mejía por su reciente arribo a la política de Coahuila después de más de una década de intentar destacar en Guerrero; a Manolo Jiménez por su paso por el congreso local que aprobó la megadeuda; a Guadiana Tijerina por su relación con la vieja clase política y empresarial; a Pérez Rivera, por su desempeño con alcalde de Ciudad Acuña.

Cada uno en su oportunidad presumió sus respectivos logros y razones, para revirar con alguna nueva crítica y retomar la agenda de temas que se enlistaron por el (IEC):

Rendición de Cuentas y Transparencia; Agua y Desarrollo Sustentable; Educación, Niñez y Juventud y finalmente, una ronda de réplicas.

Las problemáticas del estado surgieron en diferentes oportunidades, pues Guadiana Tijerina se refirió a la necesidad de sanear las finanzas públicas abundando sobre la deuda del estado, un tema en el que fue denunciante pionero desde 2011 y que, recientemente, retomó Mejía Berdeja.

Evaristo Lenin destacó la problemática del consumo de drogas y el narcomenudeo, mientras que Manolo Jiménez se concentró en la seguridad y el desarrollo económico, acaso refutando que el estado no está como Zacatecas y Tamaulipas, desbordados por la criminalidad.

Cada ataque entre candidatos daba paso a siseos y risas que por momentos desbordaron, en especial luego de que Guadiana bromera con querer “ir a hacer pipí” pero ofreciendo dejar su sombrero, aunque luego se arrepintió diciendo que mejor no iba porque se lo podían robar. El momento arrancó las risas del público e inclusive del moderador Solórzano que más de una vez reconvino al público.

Finalmente el debate acabó con las tradicionales proclamas de triunfo mientras que en las calles del centro de Torreón, en torno al teatro, se concentraron simpatizantes de cada candidato para celebrar su intervención.