CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Mientras continuaba la llegada de contingentes al centro de la Ciudad de México, mujeres, en su mayoría jóvenes, se agrupaban en medio de la plancha del Zócalo capitalino para expresar sus experiencias de acoso, violación y todo tipo de agresiones sexuales.

Son historias que cuentan incluso menores de edad y que han padecido dentro de sus escuelas, y acusan que las autoridades educativas han ignorado este tipo de denuncias y les piden no comentarlo con sus familiares.

En medio de un círculo, cada una de las jóvenes o menores que tienen un abuso que contar pasan y toman el megáfono para relatar su episodio y al final el resto de mujeres la acompañan para abrazarla o decirle “no estás sola”.

La mayoría de los agresores que mencionan son familiares, personas cercanas, maestros o compañeros de clase y los hechos les sucedieron, en su mayoría, cuando eran niñas.

Una de ellas comentó que hace 10 años llegó a casa de su hermana y la encontró con un disparo en la cabeza, el agresor fue su esposo, quien recibió 47 años de cárcel, “pero vengo para decir que esta lucha sigue y que debemos impedir que esto siga pasando”.

Otra de las denunciantes expuso que sufrió una violación multitudinaria por parte de sus compañeros de la escuela, en la que le introdujeron diversos objetos.

Las historias se cuentan en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, en la que cientos de mujeres llegan al Zócalo de la capital, que mantiene amurallados edificios como la catedral metropolitana y el Palacio Nacional.