CIUDAD DE MÉXICO (apro).– El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que acatará la orden del Instituto Nacional Electoral y eliminará la conferencia de prensa en la que dijo que el plan C era “ni un voto a los conservadores”, pero lo hizo de nuevo llamando en 20 ocasiones, en 12 minutos: “ni un voto a los corruptos”, conservadores, fifís, clasistas y racistas.

El pretexto del presidente fue que ahora cambiará la frase por “ni un voto a los corruptos”, porque “ni modo que me van a castigar por eso”.

“Decir que 'ni un voto al conservadurismo' no es decir 'ni un voto al PRIAN'. Si ellos se ponen el saco es otra cosa, no existe un partido formal conservador, ¿no?”, señaló.

Al insistir en que su llamado a “ni un voto al conservadurismo”, no es abonar a la inequidad en procesos electorales por ser el propio presidente quien llama a no votar por representantes de un sector de la población, reiteró: “Entonces ya no voy a decir ni un voto al conservadurismo, voy a decir ni un voto a los fifís, a ver si pues ya eso tampoco lo puedo decir, porque tampoco son fifís, eh, algunos. No puedo decir ni un voto a los 'conservas', ni un voto a la derecha”.

Y agregó otro llamado de forma velada. “Es más, así va a ser ya: Ni un voto a los corruptos, ¿está mejor no? Y ya hacemos caso. Ya no vuelvo a decir ni un voto a los conservadores. ¿Les parece? Ni un voto a los corruptos”.

El Ejecutivo federal no dejó de incluir el mismo llamado del lunes 27 de marzo –la conferencia que tendrá que eliminar–: “Porque puedo decir ni un voto a las élites, ni un voto a los clasistas, ni un voto a los racistas. Está bien así: ni un voto a los corruptos”.

Al ser cuestionado sobre si de cualquier manera con estos llamados se violan el principio de equidad, respondió que el presidente tiene que procurar que haya honestidad.

“¿Cómo voy yo a aplaudir y a quedarme callado ante la corrupción? Si el pueblo (el que decide) con toda la información disponible y el presidente tiene derecho a luchar hasta desterrar la corrupción del país, que es el principal problema de México. Entonces yo digo no a los corruptos, ni un voto a los corruptos, ¿hay pruebas o no hay pruebas?”.

Consideró que esos llamados bajo el pretexto de contrarrestar la corrupción son políticas públicas, porque el principal problema de México era la corrupción que, reconoció, “todavía sigue habiendo”, pero se está enfrentando porque quiere desterrarla, pero que ese problema “creció más que nunca en el periodo neoliberal, cuando dominaba la oposición” y enfatizó: “yo no quiero que regrese la corrupción”.

Ante un cuestionamiento sobre la corrupción, López Obrador se lanzó contra la prensa: “Usted nunca vio como saquearon al país durante el gobierno de Salinas”.

Después de las críticas por la cobertura de los medios de comunicación, regresó a su llamado a las urnas: “Si el INE nos dice que no se puede decir ni un voto a los corruptos, ya vemos que hacemos, por lo pronto ya no voy a decir 'ni un voto a los conservadores', haciéndoles caso, ahora es 'ni un voto a los corruptos', porque ya sería el colmo que no los tocáramos ni con el pétalo de una rosa o que les aplaudiéramos o que sugirieran como antes que robaban a manos llenas y no perdían su respetabilidad”:

El presidente expuso que ni modo que por ser corruptos se enojen por decirles que son corruptos y más si, dijo, se le hace daño al país, por lo tanto lo consideró un asunto público

“¿Cómo el presidente no va a hablar eso?”, cuestionó pese a la orden del INE.

Al final se le recordó el planteamiento del INE en torno a si eliminará la conferencia del 27 de marzo: “Sí hacemos caso, esta (conferencia) no, la anterior sí; esta (conferencia) hasta que nos digan, a ver si no puedo decir ni un voto a los corruptos”.