CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx). – La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, recordó que no se deben olvidar las desigualdades entre las mujeres, ante lo cual recomendó que la búsqueda de la igualdad se relaciona con el “feminismo social” y con romper “el techo social” de Palacio Nacional.

Al grito de “presidenta” y con mariachis, fue recibida en el foro “Mujeres Gobernando” organizado por la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de la Universidad de Guadalajara, en donde explicó la devaluación histórica de las mujeres en cuanto a sus derechos, lo cual tiene de trasfondo la violencia y la discriminación, al ser consideradas como objetos, no sujetos.

Señaló que la juventud tiene una gran responsabilidad, sobre todo si estudian en escuelas públicas, porque la educación es un derecho que abre la puerta a más derechos.

Su discurso fue en el mismo sitio donde el presidente de Chile, Salvador Allende, dijo hace 50 años: “Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”.

Asimismo, enumeró los principios de la continuación de la llamada Cuarta Transformación: “Por el bien de todos, primero los pobres”, “no puede haber gobierno rico y pueblo pobre” y que “el poder solo es virtud cuando se pone al servicio de los demás”.

A sus principios los llamó “humanismo mexicano” y aseguró haber logrado un camino en el país “que no es menor” desde el arribo a la presidencia de Andrés Manuel López Obrador.

Consideró dos posturas en el país sobre cómo gobernar, pues, por un lado, está quien piensa en la corrupción como parte cultural del país y quienes creen en el pueblo fraterno y solidario. “Ahí no hay negociación”, dijo.