CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Ante el revés judicial más reciente en Estados Unidos, la Cancillería mexicana apeló ayer la decisión de la Corte de Distrito de Boston, Massachussets que desechó la demanda que el gobierno de México presentó en agosto de 2021 contra ocho empresas fabricantes de armas, a las que acusó de vender armas de fuego destinadas a ser traficadas y usadas por los grupos criminales mexicanos.

En octubre pasado, la corte de Boston había desechado por segunda vez el intento de la Cancillería por iniciar el juicio, alegando que las fabricantes de armas –incluyendo las gigantes Barrett, Beretta, Colt y Glock-- operan bajo la protección de una ley que las exenta de los daños generados con sus mercancías letales. La decisión de la corte fue aplaudida por el poderoso lobby de armas de Estados Unidos.

La Cancillería mexicana apeló ayer esta decisión, para que una Corte Federal de Apelaciones analice si la Ley de Protección del Comercio Legal de Armas –que usaron las fabricantes para tumbar la demanda-- aplica incluso cuando los daños cometidos con las armas son cometidos en México.

“En caso de que el recurso de apelación favorezca a México, se reanudaría el proceso iniciado en Boston en contra de las empresas manufactureras de armas por el uso de sus productos y daños ocasionados a la población mexicana”, sostuvo la Cancillería.

La presentación de una demanda contra las empresas manufactureras de armas para exhibir su responsabilidad en la espiral de violencia en México fue celebrada en los círculos progresistas de ambos lados de la frontera; de hecho, el gobierno mexicano colocó el tema del tráfico de armas en el centro de la agenda bilateral, en el mismo nivel que el tráfico de drogas, tema de primer importancia para el gobierno de Estados Unidos.