CIUDAD DE MÉXICO (apro).-El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que la cancelación de la orden de aprehensión contra el exgobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, es parte de la decadencia del Poder Judicial y acusó que con la llegada de la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, “se desata una ola de resoluciones a favor de presuntos delincuentes”.

“Ahora que llegó la nueva ministra declara con un formalismo extremo, como si fuesen omnímodos los jueces de que son autónomos, que pueden hacer lo que quieran y apenas llegó la nueva presidenta y se desata una ola de resoluciones a favor de presuntos delincuentes”, aseguró.

Acusó que el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) “es un florero, está de adorno porque no hay ningún señalamiento a un juez, magistrado, pero antes había un poco más de atención y vigilancia”.

Dijo estar de acuerdo en que se impugna la decisión del juez que canceló la orden de aprehensión y si hay elementos y pruebas de que hubo corrupción e influyentismo se debe presentar denuncias porque sería muestra de que no actúa el Poder Judicial. “No gozan de privilegios son servidores públicos, ni modo que tengan impunidad. Todos estamos sujetos al escrutinio público y actuar con honestidad”. 

El mandatario insistió en que no se ha podido reformar ese poder y se trata de prácticas que venían “del antiguo régimen y está infectado, plagado de corrupción. Es un poder Judicial que se fue construyendo para proteger a corruptos y a las élites del poder económico y poder político en nuestro país”. 

Expuso que amparos como el dado a García Cabeza de Vaca, es una muestra de que hay protección para delincuentes comunes, de grupos del crimen y los que llama de cuello blanco.

“Que esos son de los predilectos. Eran los hijos predilectos del régimen anterior. Ojalá el Poder Judicial se reforme”, aseguró.

El presiente también recordó que mientras en Estados Unidos se declaraba culpable a García Luna, en México se descongelaron las cuentas de la esposa de García Luna, Cristina Pereyra. 

“Ojalá se apliquen los de la Suprema Corte y atiendan este asunto porque es grave. No es intervenir en otro poder es no callar ante la injusticia y la corrupción”, afirmó. 

Al criticar la gestión de la ministra presidenta Piña, aseguró que cuando estuvo Arturo Zaldívar “había un poquito más de vigilancia sobre los jueces, se les respetaba su autonomía pero vigilaban del Consejos e la Judicatura que esa es su función: vigilar la actuación de jueces”.