WASHINGTON (apro).– La presentación de los casos en el juicio por narcotráfico en contra de Genaro García Luna concluyó este martes 14 de febrero en la Corte Federal en Brooklyn, Nueva York, por lo que ahora la conclusión del proceso judicial recae en el jurado calificador.

En lo que fue la doceava audiencia del juicio con la presencia de García Luna ante el juez Brian Cogan y el jurado calificador, el Departamento de Justicia de Estados Unidos no presentó una sola evidencia irrefutable para sustentar sus acusaciones contra el exfuncionario mexicano.

Los cuatro delitos federales de conspiración internacional con el Cártel de Sinaloa para exportar cocaína a Estados Unidos y a Nueva York, los fiscales del gobierno estadunidenses los sustentaron con el testimonio de testigos cooperantes y protegidos, pero nunca con documentos, grabaciones, estados financieros u otras evidencias de cargo.

Liderado por Saritha Kumatireddy, el equipo de cinco fiscales del Departamento de Justicia estadunidense concluyó la presentación de su caso con ambigüedades probatorias de imputaciones al acusado.

La defensa de García Luna menciona a AMLO

La audiencia de este martes en la Corte en Brooklyn inició continuando el interrogatorio por parte de la defensa de García Luna a Jesús Reynaldo Zambada García, “El Rey”, hermano de Ismael “El Mayo” Zambada, capo de capos del Cártel de Sinaloa.

César de Castro, el abogado que encabeza al equipo legal de García Luna e integrado también por Florian Miedel, Valiere Gotlib y Shannon McManus, intentó mostrar con sus preguntas al “Rey” Zambada que la narcocorrupción en México es pareja, sin preferencias ideológicas o políticas.

De Castro volvió a cuestionar al “Rey” Zambada sobre presuntos pagos a Gabriel Regino, funcionario en el gobierno del Distrito Federal que encabezaba el ahora presidente, Andrés Manuel López Obrador.

El abogado interrogó al testigo cooperante sobre lo que presuntamente dijo en 2013 a los fiscales: que pagó 7 millones de dólares a Gabriel Regino para financiar una campaña proselitista del actual presidente mexicano.

“Habló de haberle pagado a Regino para la campaña de López Obrador”, estableció De Castro al “Rey” Zambada a manera de pregunta.

“No”, respondió tajante el testigo cooperante de los fiscales.

“¿No recuerda haber pagado a López Obrador 7 millones de dólares?”, insistió De Castro.

“No pude haber dicho eso porque no es verdad”, matizó “Rey” Zambada al abogado de García Luna, quien, erróneamente, incluso había indicado que el pago para financiar la campaña proselitista del actual presidente fue en la contienda electoral con Vicente Fox.

Tras otras preguntas más al hermano del “Rey” Zambada, la fiscal Kumatireddy informó al juez Cogan que el gobierno estadunidense había terminado con la presentación de sus argumentos contra el acusado.

Cristina Pereyra, esposa de García Luna, testifica sobre su fortuna

Fue entonces el turno de la defensa y el abogado Miedel llamó al estrado a su única testigo, Linda Cristina Pereyra Gálvez, esposa de García Luna.

La cónyuge del acusado, que ha asistido a todas las audiencias del juicio y que en ésta estuvo acompañada de su hija Luna y de una amiga de ésta, comenzó su testimonio narrando que fue en 1989 cuando ella trabajaba en el CISEN, donde conoció al acusado.

“Nos casamos en 1995”, resaltó Pereyra Gálvez para después exponer que a partir de 1994 ella y García Luna comenzaron a adquirir propiedades y patrimonio, primero un departamento, luego locales para negocios, terrenos para construir una casa y un inmueble en Morelos.

Durante las 11 audiencias anteriores, testigos cooperantes y protegidos como el “Rey” Zambada habían afirmado haberle pagado millones de dólares a García Luna para que protegiera los intereses del Cártel de Sinaloa en el trasiego internacional de narcóticos.

Los testigos cooperantes y protegidos marcaron en todo momento que los sobornos al acusado se hicieron cuando fue director de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) en el sexenio de Vicente Fox, y secretario de Seguridad Pública en el de Felipe Calderón.

“En el 2000 compramos otra propiedad en Jiutepec, Morelos, un terreno con una casa pequeña de descanso que costó entre 350 y 400 mil pesos”, sostuvo la esposa de García Luna.

Antes ya había indicado que, a los tres años de conocer a su marido, habían adquirido, con sus ahorros y un crédito, un departamento en Xochimilco y un terreno donde planeaban construir una casa.

En su testimonio, Pereyra Gálvez dejó en claro que ella era una empresaria independiente después de que se salió de trabajar del CISEN, porque también se hizo de un negocio de venta de productos para oficina.

Argumentó que, gracias a sus inversiones y los mayores ingresos de su marido, primero como director de la AFI y luego como secretario de Seguridad Pública, los primeros inmuebles aumentaron de valor y se vendieron para comprar otros inmuebles y terrenos en Morelos.

La esposa de García Luna, guiada por Miedel, contó también que estudió para chef y que, por ello, con su dinero y en asociación con una amiga, invirtió en el establecimiento de restaurantes.

Desmiente a "El Grande"; ella le regaló las motos Harley Davidson a su esposo

También narró que a su marido le gustaba comprar autos antiguos, Ford Mustang en especial, los cuales restauraba trabajando con uno de los hermanos del acusado.

La defensa de García Luna presentó como evidencia las declaraciones patrimoniales de su defendido en DeclaraNet, en las que se observó el registro de todo lo que estipuló Pereyra Gálvez.

Detalló que las inversiones en bienes raíces fueron por medio de préstamos hipotecarios, ahorros, con los aumentos en el salario de su marido y por las ganancias de sus negocios, gracias a lo cual ella compró dos motocicletas a García Luna.

Pereyra Gálvez dijo que en 2007 y 2009 le compró a García Luna motocicletas Harley Davidson; la primera le costó 178 mil 246.45 pesos y la segunda un poco más de 297 mil pesos. De ambas compras, la testigo de la defensa presentó las facturas de la adquisición.

En el juicio contra García Luna, Sergio Villarreal Barragán “El Grande” había declarado que Arturo Beltrán Leyva, líder de una de las facciones del Cártel de Sinaloa, le había obsequiado a García Luna una motocicleta de la marca Harley Davidson.

Linda Cristina también indicó que la última casa donde vivieron en la Ciudad de México hasta el 2012 fue adquirida por 7.5 millones de pesos, de la cual fueron forzados a irse por el acoso que recibían de los medios de comunicación, que les tomaban fotografías a sus propiedades y la perseguían tanto a ella como a sus hijos, Genaro y Luna.

En el testimonio se presentaron las declaraciones patrimoniales del acusado.

Cuando Miedel terminó de interrogar a su testigo, la fiscal Reid dio inicio al contrainterrogatorio.

La fiscal intentó que Pereyra Gálvez cayera en contradicción al exponer que, en algunas declaraciones patrimoniales de García Luna, omitieron registrar las ganancias que obtuvo con sus restaurantes, el negocio de materiales de oficina y la renta de un inmueble en Morelos para hacer fiestas infantiles y otros eventos.

La testigo de la defensa había calculado que sus ganancias anuales por sus negocios eran de unos 800 mil pesos, más o menos.

En respuesta al interrogatorio de Reid, Pereyra Gálvez presentó a la fiscal las declaraciones patrimoniales de su marido en las que registró sus ingresos anuales por sus negocios, e incluso expuso las declaraciones en las que agregaba los montos de dinero obtenidos en años anteriores, cuando no lo hizo ante el SAT.

El juez frena interrogatorio de la fiscal estadunidense

Reid entonces intentó hablar de las propiedades que García Luna adquirió en Estados Unidos después del 1 de diciembre de 2012, cuando salió de la Secretaría de Seguridad Pública al concluir el sexenio de Calderón, pero el juez Cogan, como ya había advertido, no permitió que eso se tocara porque era otra etapa del acusado, ya como ciudadano privado y no como funcionario.

Miedel había preguntado a su testigo por qué ella y García Luna decidieron salir de México después del 1 de diciembre de 2012 para irse a vivir a Estados Unidos.

“Para ofrecerle a mis hijos un poco más de libertad y una vida más normal y segura”, contestó Pereyra Gálvez.

Al terminar el testimonio de la esposa de García Luna, el juez Cogan anunció que los argumentos de cierre de las partes comenzarán este miércoles 15 de febrero y que, si no se extienden hasta el jueves, inmediatamente el jurado iniciará sus deliberaciones para determinar un veredicto unánime, el cual puede darse el viernes de esta semana.