CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En esta segunda mitad de 2023, los problemas se acumulan para Ricardo Salinas Pliego: además de la presión del presidente Andrés Manuel López Obrador para que sus empresas paguen adeudos multimillonarios al Servicio de Administración Tributaria (SAT), TV Azteca no pudo concretar una negociación para reestructurar su deuda de 400 millones de dólares con sus acreedores en Estados Unidos, que pidieron un proceso de bancarrota de la televisora del Ajusco.

Ayer, TV Azteca reconoció que no había llegado a ningún acuerdo con sus acreedores estadunidenses en un proceso de mediación de 67 días, para resolver el retraso de pagos de 105 millones de dólares, de una deuda total de 400 millones de dólares que vencerá el próximo año.

La empresa justificó sus impagos por el “deterioro continuo de la industria televisiva y de la economía en México”, la pandemia de covid-19, las elevadas tasas  de interés y la reducción de los contratos de publicidad oficial, que mermaron sus ingresos a pesar del plan de recorte de gastos que ha implementado desde 2018.

La televisora pidió a sus acreedores una “reestructuración” de sus deudas: en una primera oferta, propuso el pago de 45 millones de dólares, y escalonar pagos por 460 millones de dólares hasta 2034, con el primer reembolso en 2026, y el negocio de Banco Azteca en garantía. En una segunda oferta, propuso pagar los 105 millones de dólares en efectivo, y ampliar el pago de 400 millones de dólares hasta 2030, con los primeros pagos en 2026, y otra garantía de Banco Azteca. Pero los acreedores no aceptaron ni una ni la otra.

Entre la información que entregó a sus acreedores –y que accedió a hacer pública--, TV Azteca reconoció que sus ingresos disminuyeron de 374 millones de pesos entre 2022 y 2023, pero les prometió que volverían a subir en los próximo años, y que sus proyecciones para el futuro resultan más positivas que las que emitió en 2021.

Ante el rechazo de sus acreedores, TV Azteca se encuentra en un callejón, del que espera salir con más “diálogo” con los tenedores de bonos, que continúan con la demanda de bancarrota en Estados Unidos.

Aunado a estos problemas mayúsculos, Ricardo Salinas Pliego enfrenta otro problema en México: después de dilatar durante varios años los pagos multimillonarios que el SAT le reclama, el presidente López Obrador ya está insistiendo en que Grupo Elektra debe pagar “más de 26 mil millones de pesos” de créditos fiscales.

Aunque en realidad los créditos fiscales que el SAT impuso a Grupo Elektra, TV Azteca y Total Play rondan los 37 mil millones de pesos, el reclamo del mandatario provocó la reacción furibunda de Ricardo Salinas Pliego, quien acusó al presidente de cometer un “abuso de poder” y una “presión indebida” sobre el poder judicial, y advirtió que usará “todos los medios legales” para defenderse del pago de impuestos.

El pleito público entre López Obrador y Salinas Pliego por los adeudos multimillonarios de las empresas de Grupo Salinas está agrietando la relación que han tenido ambos desde el arranque del sexenio, marcada por el nombramiento del magnate en el Consejo Asesor Empresarial, la distribución del dinero de los programas sociales a través de Banco Azteca, o la atribución de grandes contratos públicos a las empresas de Salinas Pliego.