CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- El senador por Baja California, Jaime Bonilla, actual dirigente del Partido del Trabajo (PT) en la entidad, tiene nacionalidad estadunidense, pues en el Registro de Votantes del Estado de California figura como ciudadano de ese país con la identificación electoral número 67016.

El político y analista Jaime Martínez Veloz ha desvelado hallazgos significativos tras una investigación exhaustiva realizada a través de cinco años, en relación a la nacionalidad del exgobernador bajacaliforniano.

Los resultados más recientes arrojan luz sobre una serie de afirmaciones y documentos que cuestionan la validez de la nacionalidad mexicana de Bonilla, su situación fiscal en Estados Unidos y las falsedades que dio por buenas la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para respaldar su postulación a la gubernatura de Baja California en 2019.

Martínez Veloz reveló que el 26 de julio de 2019 presentó una solicitud para la cancelación del Certificado de Nacionalidad Mexicana de Jaime Bonilla. Esta solicitud se basó en diez documentos de la oficina de votantes de San Diego, que datan de 2012 a 2016, todos ellos apostillados por el Gobierno de California.

Los documentos indicaban que Bonilla, además de ser diputado federal en México y presidente de Morena en Baja California, se había inscrito como aspirante a ser candidato a Director del Distrito de Agua de Otay en el Condado de San Diego, en Estados Unidos, lo que podría violar la Ley de Nacionalidad Mexicana.

En respuesta a esa solicitud, la SRE, por entonces a cargo de Marcelo Ebrard Casaubón, emitió un comunicado el mismo día que la solicitud fue presentada, en el que afirmaban que Jaime Bonilla había cumplido con todos los requisitos previstos en la Ley de Nacionalidad y su reglamento, incluyendo la renuncia a la nacionalidad estadunidense. Sin embargo, Martínez Veloz sostiene que esta afirmación era falsa.

En entrevista con Proceso, el excandidato al gobierno del estado por el PRD cuenta que el 19 de octubre de 2023, hace una semana, consultó el Registro de Votantes del Estado de California, donde Jaime Bonilla figura como ciudadano estadunidense con la mencionada identificación electoral número 67016.

Lo anterior contradice directamente lo afirmado por la SRE en su comunicado de 2019 y pone en evidencia una serie de mentiras e intereses en juego que han sido utilizados para defender lo que Martínez Veloz considera indefendible, violando las leyes de México y Estados Unidos.

Además, Martínez Veloz mencionó que, según una consulta realizada con el Tesorero y Recaudador de Impuestos del Condado de San Diego, tanto Jaime Bonilla como su esposa tienen pagos pendientes de impuestos por un monto de 28 mil 236 dólares para los próximos meses, lo que plantea preguntas sobre su situación fiscal en Estados Unidos.

Estos hallazgos arrojan nueva luz sobre la nacionalidad de Jaime Bonilla y su situación financiera, lo que podría tener implicaciones importantes en el ámbito legal y político. ­Jaime Martínez Veloz continúa investigando y prometió seguir informando sobre los desarrollos de este caso en evolución.

Como se recordará, la elección de gobernador de Baja California en 2019 fue para un periodo de dos años. Ganador de la contienda electoral, el primer escándalo de Bonilla fue por diferentes hechos de corrupción relacionados con un esquema de extorsión a empresarios, pero lo que llevó al político y empresario a la discusión nacional fue su intento de prolongar el periodo para el que fue electo.

Desbarrancado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, las elecciones de 2022 mantuvieron en la gobernatura a Morena, pero esta vez con la política Marina del Pilar Ávila, hasta entonces alcaldesa de Tijuana, con quien Bonilla mantuvo una pésima relación durante su mandato.

Al relevo de poderes, el desastre administrativo de Jaime Bonilla fue quedando expuesto, con lo que inició una serie de críticas a la mandataria que lo llevaron a dejar Morena y afiliarse al PT, partido que lo convirtió en dirigente estatal.

Bonilla era senador de la República en 2018 y, al convertirse en ganador de la contienda electoral, solicitó licencia al Senado, pero una vez concluido su periodo de dos años regresó a la Cámara alta.