CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A ocho años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el colectivo de los padres y madres de las víctimas, así como estudiantes e integrantes de organizaciones sociales, marcharon en el corazón de la Ciudad de México para seguir exigiendo justicia.

Durante el trayecto, un grupo de encapuchados vandalizó varios locales comerciales, rompió cristales del hotel Hilton sobre avenida Juárez y saqueó un negocio de comida, además de realizar pintas en paredes y banquetas.

Policías capitalinos encapsularon a los activistas y se produjo un conato de violencia que no pasó a mayores porque los inconformes fueron dispersados.

En videos difundidos en redes sociales se observó polvo de extintores para dispersar a los agresores.

A las 16: 15 horas, el contingente partió de la glorieta del Ángel de la Independencia sobre la avenida Reforma y dos horas después, los manifestantes arribaron a la plancha del zócalo capitalino donde realizaron un mitin frente a Palacio Nacional, la actual residencia del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Los manifestantes lanzaron consignas y realizaron pintas también en las planchas metálicas que fueron colocadas por autoridades para proteger edificios históricos de la capital de la República.

Salvo los incidentes protagonizados por encapuchados, el recorrido en general fue pacífico y no se reportaron incidentes graves previo a los discursos y mensajes que enviaron los padres y madres de las víctimas.