CIUDAD DE MÉXICO (apro).– El dirigente nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, acusó que los ataques que ha recibido son del gobierno de Morena y tienen la intención de romper la alianza Va por México; pero, advirtió, “no la van a destruir. Está sólida, está firme”, y ya demostró que puede derrotar a Morena.

El diputado federal aseguró que, por su parte, “el PRI está firme, está sólido”, y además de trabajar con los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) con miras a las elecciones del año próximo en el Estado de México y Coahuila, las dirigencias nacionales de las tres fuerzas políticas construyen desde ahora la propuesta que habrán de llevar en 2024.

Moreno participó  en el programa “Desayunando” con Carlos Alazraki, Beatriz Pagés y Javier Lozano, donde acusó que el gobierno “quiere imponer narrativas para no hablar de los problemas del país y quiere desviar la atención poniéndonos distractores”.

El dirigente del PRI defendió sus propiedades y manifestó que desde el gobierno de Morena se utilizan las instituciones del Estado para atacar a la oposición, y argumentó que, en su caso, no tiene nada que esconder. 

“Mi patrimonio es público. Lo he acreditado toda mi vida”, expresó en respuesta a los ataques de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores.

Calificó como embestida los audios que ha difundido la gobernadora de Campeche como venganza luego de que, junto con las y los legisladores del PRI, votaron en contra de la reforma eléctrica y anticiparon que no pasará la reforma electoral que pretende el gobierno federal. 

“Nos han amenazado, nos han calumniado, lo que quiere este gobierno es tener un PRI a modo, y esto no lo va a tener. Primero me tienen que matar para callarme. Nosotros siempre estaremos en contra de cualquier tema ilegal”, insistió.

Sobre los ataques de la gobernadora Layda Sansores a las diputadas federales del PRI, señalando que tiene fotos íntimas que le han enviado, Alejandro Moreno precisó que “es una forma de querer implementar el terrorismo psicológico”, y destacó que “ya se volvió un conflicto internacional”, debido a que las legisladoras “mandaron un comunicado a 140 parlamentos en el mundo” denunciando la agresión.