Iglesia católica
Arzobispo de Monterrey pide no ser indiferentes frente a la violencia
En un mensaje que envió a la comunidad, luego de la misa dominical, el también presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano señaló que cada vez es más frecuente la difusión en medios y redes sociales de hechos en los que se percibe una falta de compasión hacia el sufrimiento de los demás.MONTERREY, N. L. (proceso.com.mx).-El arzobispo de esta ciudad Rogelio Cabrera López, llamó a la ciudadanía a no permanecer indiferentes ante la situación de violencia por la que pasa el país, y le pidió involucrarse en soluciones para buscar la paz.
En un mensaje que envió a la comunidad, luego de la misa dominical, el también presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano señaló que cada vez es más frecuente la difusión en medios y redes sociales de hechos en los que se percibe una falta de compasión hacia el sufrimiento de los demás, una situación que debe ser revertida con amor al prójimo “sin distinción”.
“Es importante que todos los cristianos retomemos el significado de la compasión y no la queramos asumir como un ‘sentir lástima’ por el prójimo, sino verdaderamente unirnos a su sufrimiento buscando aliviarlo, reducirlo y si es posible, eliminarlo completamente”.
“Bien dice la Sagrada Escritura que es fácil amar a quienes nos aman y preocuparnos de ellos, pero también nos dice que es nuestro deber amar sin distinción, tener compasión de todos sin importar quiénes son o qué han hecho en la vida”, dijo en el texto.
Monseñor Cabrera López recordó al Papa Francisco que indica que la compasión es una característica del estilo de Dios, junto con la cercanía y la ternura, y que no debe ser expresada únicamente en el aspecto íntimo, sino también en su dimensión pública y social.
“El ambiente social de nuestro país y del mundo, hace resaltar las situaciones de división, las cuales se incrementan considerablemente, y pareciera que nuestro actuar, más que como cristianos comprometidos, es como el del sacerdote o del levita que pasaron indiferentes ante el sufrimiento de aquel hombre que fue herido”, señaló.
Convocó a la feligresía a ponerse “en los zapatos de los demás”, para que no sean solo espectadores de las desgracias ajenas, y se conviertan en “auténticos instrumentos en el servicio generoso”, con cercanía solidaria hacia el necesitado.
“Preguntémonos sinceramente: ante la adversidad y el dolor del prójimo, ante la situación que vive nuestro País ¿paso de largo?, ¿miro hacia otro lado? o ¿realmente permito que la voz de Dios sea la que me guíe y me haga vivir la virtud de la compasión en el trato con mis semejantes? Busquemos responder con un corazón abierto, no dejemos que el tiempo pase, es necesario que juntos encontremos la solución y en comunión fraterna hagamos lo que nos corresponde”, dijo desde la Catedral Metropolitana de esta capital.