COLIMA, Col. (apro).- Un juez de control vinculó a proceso a cinco presuntos implicados en la masacre ocurrida el pasado 25 de enero en el interior del Centro de Reinserción Social (Cereso) de esta capital, que arrojó un saldo de nueve presos muertos y siete heridos.

La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que los imputados puestos a disposición del juez son Juan “N”, Luis “N”, Andrés “N”, Jonathan “N” y Gabriel “N”, quienes ya se encontraban presos en ese reclusorio por diversos procesos.

En relación con este caso, dijo el organismo de procuración de justicia, se les dictó auto de vinculación a proceso, imponiéndoles la prisión preventiva como medida cautelar, mientras que al Ministerio Público se le otorgó el plazo de dos meses para el cierre de la investigación.

El día de los sucesos, indicó la Fiscalía, se iniciaron diversas carpetas de investigación y “como resultado de una de ellas, se obtuvieron testimoniales y datos de prueba para establecer la probable participación de los hoy imputados en la privación de la vida de una de las víctimas”.

La FGE mencionó que conforme avancen las indagatorias de lo sucedido, estaría informando a la ciudadanía de manera puntual sobre las carpetas de investigación, cuando éstas ya se encuentren judicializadas.

El pasado 22 de marzo, casi dos meses después de la matanza de los presos, el titular de la FGE, Bryant Alejandro García Ramírez, anunció que a través de las cámaras de videovigilancia y con base en otras evidencias y testimonios ya estaban identificados prácticamente todos los presuntos responsables de los hechos, la mayoría recluidos por diversos delitos federales.

Indicó que las víctimas eran internos que pertenecían a una de las dos células delictivas en pugna al interior del reclusorio, que tiene presencia principalmente en la zona conurbada de la capital del estado.

El funcionario indicó que durante los hechos fueron usadas al menos cuatro armas de fuego, dos de calibre .9 milímetros, una de .40 y otra de .380.

En esa ocasión, el fiscal aceptó que a raíz de la matanza del Cereso se generó una ola de violencia que ha azotado la zona conurbada de la capital del estado desde principios de febrero pasado, con el enfrentamiento abierto en las calles de dos grupos del crimen organizado.

Según datos oficiales, en lo que va del presente año ya se cometieron más de 400 asesinatos en la entidad, la mayor parte en la zona metropolitana de los municipios de Colima y Villa de Álvarez.