CIUDAD DE MÉXICO (apro).-“Lo que nos importa ahora es encontrar los cuerpos y detener a los responsables que están plenamente identificados”, expresó el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el asesinato de dos sacerdotes jesuitas y un civil en la sierra Tarahumara de Chihuahua. 

Tras manifestar sus condolencias a los miembros de la Compañía de Jesús, a la que pertenece el Papa Francisco, el mandatario informó que el presunto responsable de la masacre es Noriel Portillo "El Chueco", presunto líder del grupo delictivo Gente Nueva, brazo armado del Cártel de Sinaloa. 

Incluso, mencionó que "El Chueco" tiene una orden de aprehensión desde 2018 porque asesinó a un turista estadunidense en la zona Urique, donde pasa el Tren El Chepe. 

López Obrador informó que hasta el momento no han sido encontrados los cuerpos de los sacerdotes Javier Campos Morales, “El Gallo”, y Joaquín César Mora Salazar, “El Morita”, junto con el guía de turistas Pedro Eliodoro Palma, así como otras tres personas, quienes fueron ejecutados en el poblado de Cerocahui. 

También, explicó que la versión que tiene el gobierno federal es que los agresores iban persiguiendo al guía de turistas y cuando ingresó a la iglesia, los sacerdotes jesuitas intervinieron para evitar el crimen y los tres fueron asesinados por El Chueco, de acuerdo a la versión de “un sacerdote que fue testigo” del triple homicidio.

Por ello, dijo que lo más importante es localizar los cuerpos y detener a los responsables que están plenamente identificados.

También, comentó que el Ejército en coordinación con autoridades locales encabezan la investigación para detener al líder del brazo armado del Cartel de Sinaloa en la sierra Tarahumara de Chihuahua. 

Luego, señaló que es franja turística de Chihuahua ha estado dominada por la delincuencia desde hace varios años y puso como ejemplo la masacre registrada en el poblado de Creel donde un grupo armado ejecutó a 13 personas en 2008.

Esa zona de la sierra ha estado muy infiltrada dominada por la delincuencia para tener los antecedentes en esa zona se han cometido crímenes como lo sucedido en Creel en 2008 que un comando irrumpió en una reunión y asesinaron a 13 personas y lo mismo en toda la región.