CIUDAD DE MÉXICO (apro).–En actos que no se veían desde tiempos de Felipe Calderón, la diputada trans María Clemente García Moreno quitó a empujones a Santiago Creel de la silla de la presidencia de la Cámara de Diputados y le arrancó el micrófono. Lo que hizo que se decretara un receso y la posterior cancelación de la sesión.

El origen de la discordia fue el discurso transfóbico del diputado panista Gabriel Quadri contra la legisladora Salma Luévano, a quien se refirió como “señor”. 

Después de haber estado una hora mediando, desde la mesa directiva, los ataques entre los grupos parlamentarios de Morena y el PAN, Creel se llevó la peor parte pues fue empujado de su silla, lo que desató momentos de tensión entre todas las bancadas, al grado de que Gerardo Fernández Noroña, del PT, corrió a calmar los ánimos y, con las manos, pedir un alto a lo que parecía sería una golpiza. Sonrojado, Creel decidió levantarse, mientras que las compañeras de María Clemente también la convencieron de retirarse de la escena. Fue entonces que se decretó un receso y después apareció el presidente oficial de la mesa, el morenista Sergio Gutiérrez Luna.

El desorden lo comenzó Gabriel Quadri, quien a pesar de haber sido sancionado por el Tribunal Electoral, ha continuado con ataques contra las legisladoras trans. En cuanto el diputado se bajó de la tribuna tras hablar sobre las infancias trans como una reserva a un dictamen sobre salud mental, la diputada Luévano fue la primera en pedir la palabra para quejarse por el repetido discurso de odio, precisamente el día internacional de la Visibilidad Trans, y cuando minutos antes se había desplegado una bandera trans de veinte metros en la parte trasera del salón principal del Palacio Legislativo. 

Quadri respondió refiriéndose a la morenista como “Señor Luévano”, lo que incendió los ánimos de todos los morenistas y petistas, quienes no pararon de defender a la agredida con abrazos y discursos de apoyo. 

José Elías Lixa, del PAN, intentó calmar los ánimos y ofreció disculpas a Luévano, después, a regañadientes, también lo hizo Quadri pero pidió que se retirara del diario de los debates la forma en la que se había referido a la diputada, hecho que los morenistas rechazaron. Creel, de hecho, también se expresó en contra de que se retirara del diario.

Minutos después, María Clemente, quien estuvo ausente durante estos intercambios, apareció en la sala, pidió la palabra y exigió juicio contra Quadri y que en ese preciso momento fuera expulsado del recinto. Y visiblemente, conmovida recordó la violencia que las personas trans padecen constantemente a causa de los discursos de odio. 

Cuando parecía que Luévano, María Clemente y toda la bancada de Morena ganaría el debate sobre las agresiones, las y los legisladores tomaron la tribuna y se desató el ataque contra Creel. 

María Clemente abandonó el recinto, y fue Luévano quien tuvo que pedir disculpas por lo acontecido. Todas las bancadas pidieron disculpas a Creel por el desorden y la falta de respeto a la institucionalidad de la mesa directiva. 

“Yo no estoy de acuerdo con la violencia pero ¿a poco consideran más bochornoso esta situación que la violencia del diputado Quadri?”, respondió Luévano a las interrogantes de la prensa y adelantó que irá contra el panista por la vía penal. Minutos después, la diputada María Clemente se declaró independiente a través de su cuenta de Twitter.