TIJUANA, BC. (proceso.com.mx).-La activista defensora de los derechos indígenas del estado, Patricia Susana Rivera Reyes, fue asesinada de un balazo en la cabeza.

La noche del sábado, en un presunto asalto, tres hombres ingresaron al domicilio donde se encontraba la activista disparándole en la cabeza.

Aunque originaria de Guaymas, Sonora, Patricia realizó sus estudios de abogacía en la Universidad Autónoma de Baja California y desarrolló su trabajo en defensa de los indígenas de la entidad.

Fue consejera de Procuraduría de los Derechos humanos en el estado, primera instancia creada a nacional; luego, como el resto pasó a convertirse en Comisión.

La activista se especializó en Madrid, España, en Derecho Internacional de los Derechos Humanos; su muerte generó un reclamo de activistas en la entidad, quienes manifestaron a través de las redes sociales su repudio al hecho.

En tanto, Mónica González Portillo, integrante del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) e indígena de la zona del valle de Mexicali, manifestó consternación por los hechos: "qué lamentable acontecimiento, sin  duda una gran pérdida".

Y la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Baja California exigió a las autoridades el esclarecimiento de los hechos para que no quede impune.

En el presunto asalto resultó herido un catedrático del Instituto Tecnológico de Tijuana (ITT).

Con el asesinato de la activista, suman tres los asesinatos de trabajadores de los medios de comunicación y defensores de los derechos humanos y para los cuales se creó el Mecanismo de protección a periodistas y defensores de derechos humanos a nivel nacional.