Ernesto Zedillo
Zedillo lamenta la "ola de gobernantes populistas e ineptos" que se sufre en Latinoamérica
“Dada la deficiente manera como se enfrentó la emergencia, no es sorprendente que los países latinoamericanos hayan figurado prominentemente entre los que tuvieron los peores índices de morbilidad y mortalidad en 2020”, dijo el expresidente sobre la gestión de la pandemia de covid-19.CIUDAD DE MÉXICO (apro). – El expresidente Ernesto Zedillo (1994-2000) lamentó la “ola de gobernantes populistas e ineptos” que “sufre” Latinoamérica, pues están optando por revertir las reformas estructurales adoptadas en el pasado.
“Esperemos que la ola de gobernantes populistas e ineptos que están sufriendo un buen número de países latinoamericanos sea seguida –gracias a la democracia que, aunque dañada, aún tenemos--, de liderazgos decididos y capaces de hacer lo necesario para que nuestras naciones se encaucen firmemente en el camino del desarrollo y la superación de nuestros rezagos históricos”, indicó.
Durante su participación en la conferencia digital “Perspectivas económicas y el futuro de la tecnología en Latinoamérica”, organizada por NTT Data, el artífice del Fobaproa (1995) consideró que dichas reformas, consideradas por estos gobiernos como de corte neoliberal, incentivan el crecimiento económico, pero no dio ejemplos.
Asimismo, el también director del Centro para el Estudio de la Globalización en la Universidad de Yale, Estados Unidos, lamentó la decisión de algunos países latinoamericanos de “detener y revertir reformas estructurales adoptadas en el pasado y que falta harán para favorecer el desarrollo de nuestros países”.
Añadió que “contrario a lo que proclaman gobernantes populistas”, la causa del “pobre desempeño de las economías latinoamericanas en años recientes” no son las reformas de fines del siglo XX y principios del siglo XXI.
“En realidad, el problema con nuestros países no es que tuvieran reformas, el problema es que éstas nunca fueron lo suficientemente completas en sus objetivos y en su ejecución”, consideró, y culpó de esto a quienes “siempre han enfrentado, por un lado, una resistencia significativa por quienes han logrado capturar y concentrar el poder económico y político”.
Además, señaló que al no haber explicado en qué consistían esas reformas, ni justificado lo suficiente ni debatido, “han carecido del apoyo político de los ciudadanos”.
Para Zedillo, el reto consiste en lograr ese apoyo y superar la resistencia de los intereses creados. “Nuestras sociedades necesitan percibir, con certeza y confianza, lo que se ofrece a cambio del esfuerzo para lograr la productividad y la legalidad que daría sustento a un crecimiento económico muy por encima del que ahora puede anticiparse para el mediano y largo plazo”, indicó.
“Desastre”, la gestión de la pandemia
En otro asunto, calificó como “el desastre latinoamericano” la gestión de la pandemia en la región, pues en 2020, muchos países de la región descuidaron y minimizaron los riesgos de la pandemia por covid-19, lo cual derivó en malas decisiones de salud pública y también económicas.
“Reaccionaban jugando las cartas de la división, la demagogia y el populismo. Dada la deficiente manera como se enfrentó la emergencia, no es sorprendente que los países latinoamericanos hayan figurado prominentemente entre los que tuvieron los peores índices de morbilidad y mortalidad en 2020”, expresó.
Esto se reflejó, dijo, en la economía de la región, pues mientras la producción mundial se contrajo un 3.1%, para el conjunto de América Latina y el Caribe la contracción llegó al 6.9% y países como Argentina, Perú y México registraron reducciones aún mayores en sus respectivos Producto Interno Bruto”.
Zedillo citó al Fondo Monetario Internacional (FMI) para decir que Brasil destinó 8% de su PIB en acciones extraordinarias para combatir la pandemia, mientras que en México fue menos de 1% del PIB.
“No fue entonces casualidad que en 2020 la economía de Brasil se haya contraído menos de la mitad de lo que ocurrió con la de México; 3.9% la brasileña y 8.2%, la mexicana”, explicó.
Para el exmandatario, los riesgos latentes para la economía mundial serían “la aparición de nuevos brotes de covid-19 que resultasen disruptivos de las actividades económicas; la inflación que ya amenaza con volverse un problema serio para países desarrollados como los Estados Unidos y que aumenten en muchos países latinoamericanos”.
Además, dijo, “un ajuste más severo por parte de la Reserva Federal que ocurrirá si persisten las presiones inflacionarias al alza en los Estados Unidos puede causar un encarecimiento substancial en el servicio de las deudas externas de nuestros países e incluso salidas de capital con efectos recesivos en sus economías”.
Si es así, aseguró que la recuperación del producto per cápita a niveles prepandemia “será dilatada en América Latina” y previó que, en 2023, el producto por persona volverá al nivel del 2019 y en casos como el de México muy probablemente solo hasta 2024 o incluso 2025.
Las declaraciones de Zedillo causaron revuelo en las redes sociales, donde le contestaron que durante su gestión se dio la peor caída de la inversión en toda la historia de México, en -35%
El 19 de enero de este año, el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como “inmoral” el hecho de que Zedillo formara parte de la mesa directiva de la compañía Citigroup, quien anunció la semana pasada la venta de sus activos del banco Citibanamex en México.
En la conferencia mañanera, el mandatario fue cuestionado sobre el hecho de que el expresidente Zedillo fuera miembro del consejo de la empresa ferrocarrilera Kansas City Southern, integrante de la mesa directiva de Citigroup desde el 2011 y ostente una pensión del Banco de México por casi 150 mil pesos al mes.
“Lo que hay es una inmoralidad, un hecho completamente inmoral, legalmente no había ninguna norma, ahora sí”, dijo en referencia a la Ley de Austeridad que impide a un servidor público desempeñar funciones en una empresa privada para evitar un conflicto de interés.