CIUDAD DE MÉXICO (apro).– A pesar de que fue cuestionado por la oposición, en la reunión a puerta cerrada con los senadores, el fiscal general, Alejandro Gertz Manero, recibió un voto de confianza y según el coordinador de la bancada morenista, Ricardo Monreal, nadie planteó la remoción o renuncia del abogado.

Como se tenía acordado, la reunión de más de dos horas fue a puerta cerrada, pero según asistentes, los senadores de oposición recriminaron al fiscal por los altos niveles de impunidad y los magros resultados de su labor.

Precedida por una serie de escándalos por su manejo personal en investigaciones judiciales como el de su familia política, a la que acusa de la muerte de su hermano Federico, así como la riqueza en propiedades en Francia, España y Estados Unidos, el titular de la Fiscalía General de la República acudió al Senado a rendir cuentas.

Se comprometió a elaborar un calendario de reuniones con los legisladores para informar de las múltiples investigaciones que no han dado resultados esperados, como el caso de Emilio Lozoya.

Después del cónclave, el fiscal evitó a la prensa, pero Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), aseguró en entrevista que “todos los grupos parlamentarios, sin excepción, le refrendaron su confianza. No hay pérdida de confianza, hay confianza en el fiscal y en la justicia”.

Según Monreal, ninguno de los senadores planteó la remoción o renuncia del fiscal. “No veo ninguna posibilidad (de que sea relevado) en este momento”, subrayó, e indicó que están muy adelantadas las investigaciones sobre sus conversaciones telefónicas publicadas ilegalmente en redes sociales.

Adelantó que muy pronto se sabrá si se trató de espionaje público o privado, es decir, desde algún órgano del Estado mexicano o si fue una maniobra de particulares.