CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Ante las críticas que ha recibido su gobierno por la creación de la Guardia Nacional y el uso de las fuerzas armadas en labores que corresponden a autoridades civiles, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió no culpar al Ejército Mexicano “de acciones indebidas” que avergüenzan y manchan la historia de México.

En el marco del Día del Ejército Mexicano que conmemora su creación hace 109 años, López Obrador no se refirió de forma directa a la participación de los militares en la matanza estudiantil ocurrida el 2 de octubre de 1968 ni en la desaparición y tortura de opositores y líderes sociales durante la llamada “Guerra Sucia”, cuando las fuerzas armadas mexicanas se dedicaron al combate de organizaciones civiles de izquierda y grupos insurgentes que se levantaron en armas ante la represión sufrida en 1968 y 1971, con el llamado “Halconazo”.

Sin embargo, López Obrador recalcó que durante su gobierno no ordenará al Ejército Mexicano acciones de vigilancia, opresión y represión a la sociedad como sucedía en el pasado, órdenes que fueron responsabilidad de las autoridades civiles del momento y que al final fueron avaladas por los expresidentes mexicanos, en su calidad de ex Comandantes Supremos de las Fuerzas Armadas.

“No que carguemos la culpa al Ejército de acciones indebidas que avergüenzan, que son manchas en nuestra historia. No se olvide que esas acciones fueron ordenadas por las autoridades civiles, no se haga a un lado la legalidad que establece que el comandante supremo de las Fuerzas Armadas es el presidente de la República”, sentenció.

Durante la ceremonia conmemorativa en la que se entregaron condecoraciones a integrantes destacados del Ejército Mexicano y con la asistencia del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el presidente López Obrador agregó que mientras funja como Comandante de las Fuerzas Armadas “jamás daré la orden de que se reprima al pueblo de México”.

En este marco, el Primer Mandatario también  respondió a las voces que critican el uso de las fuerzas armadas en la construcción del Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” (AIFA), en la vigilancia de puertos y aeropuertos, en la construcción de sucursales para la naciente cadena de Bancos del Bienestar y para controlar las aduanas del país, entre otras actividades que tradicionalmente correspondían a dependencias de carácter civil.

“Las acusaciones de que estamos militarizando el país carecen de toda lógica y de la más elemental buena fe. No se ha ordenado a las Fuerzas Armadas que hagan la guerra a nadie, no se les ha pedido que vigilen u opriman a la sociedad, que violen las leyes, que coarten las libertades; ni mucho menos que se involucren en acciones represivas o violatorias de los derechos humanos”, reviró.

Agregó que en la nueva etapa, lejos de usar a las fuerzas armadas en labores contrarias  a la población civil, soldados y marinos se han sumado “a acciones desarrollo, bienestar y paz” como una forma de refrendar su lealtad a las instituciones civiles del país, por lo que civiles y militares están dejando atrás la distancia que existía entre ambas partes.

“Esta participación, además, contribuye a dejar atrás la distancia y hasta la desconfianza entre civiles y militares que se generó por las decisiones erróneas y perversas de gobiernos civiles”, manifestó.

Agregó que la labor de los militares en estas tareas, no ha significado que dejen de participar en la Estrategia Nacional de Seguridad Pública mediante la creación de la Guardia Nacional, con el fin de que contribuyan a las misiones de paz que se requieren en territorio nacional.

Explicó que la Guardia Nacional cuenta actualmente con más de 100 mil elementos que pueden operar en todo el territorio nacional, ya que se han construido más de 250 cuarteles en México, algo que “no se había hecho durante mucho tiempo para garantizar la seguridad de todos los mexicanos”.

Dijo que las tareas de pacificación del país no se podían dejar en manos de la extinta Policía Federal, cuya creación estuvo viciada de origen por el ex Secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, actualmente preso en Estados Unidos por acusaciones de tráfico de drogas y lavado de dinero.

“Sin duda, no habríamos podido enfrentar a la delincuencia y garantizar la seguridad de los ciudadanos con la antigua Policía Federal, que estaba podrida casi por completo, como lo prueba el hecho de que uno de los anteriores secretarios de Seguridad Pública del gobierno federal permanece en la cárcel en Estados Unidos acusado de asociación delictuosa y de lavado de dinero”, advirtió.

Por último, destacó que derivado de estos cambios comienzan a darse los primeros resultados en materia de seguridad, ya que “está bajando la incidencia delictiva”, incluyendo los homicidios dolosos.

“Vamos a informar, vamos a demostrar que están bajando los delitos y que ya empezamos a disminuir el delito de homicidios que era el que iba a la alza desde que asumimos la presidencia. Hemos logrado reducir considerablemente el robo, la extorsión, el robo de vehículos, el secuestro, pero teníamos pendiente los homicidios. Ya, después de algún tiempo, estamos bajando este delito”, concluyó.