Ocesa

Presunta estafadora es retenida por sus víctimas quienes ahora están acusados de secuestro

Las personas que la retuvieron de manera ilegal fueron identificadas como Iretzy “N”, Ixchel “N”, Mildred “N”, Hilary “N”, Denis “N”, Amayrani “N” y Octavio “N”, y, de no demostrar su inocencia, pueden pasar de 40 a 100 años en prisión.
miércoles, 30 de noviembre de 2022 · 16:48

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La estafadora Tracey Palafox Hernández fue secuestrada por seis jóvenes y un hombre que presuntamente fueron sus víctimas, quienes le exigían un millón de pesos.

Palafox Hernández logró advertir su situación a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la capital del país, por lo que agentes de la dependencia la ubicaron y lograron liberarla.

Las personas que la retuvieron de manera ilegal fueron identificadas como Iretzy “N”, Ixchel “N”, Mildred “N”, Hilary “N”, Denis “N”, Amayrani “N” y Octavio “N”, y, de no demostrar su inocencia, pueden pasar de 40 a 100 años en prisión.

Los detenidos aseguran que ellos son víctimas de Palafox Hernández, quien presuntamente les vendió boletos falsos para un concierto en la Ciudad de México.

Dicen que cuando intentaron ingresar al espectáculo les negaron el acceso porque las entradas eran apócrifas.

Palafox Hernández hacía sus estafas asegurando que trabajaba para OCESA Seitrack y Ticketmaster, pero sólo era una pantalla para atraer clientes y robarles su dinero.

En diversas redes sociales existen denuncias en contra de ella, en las que la acusan vendiéndoles boletos para diversos espectáculos.

“Bueno, este video lo hago para quemar a esta persona. Su nombre es Tracey Palafox Hernández. La verdad es que es una persona muy desagradable. Me he dado cuenta de que ha estafado a muchísimas personas desde hace mucho tiempo”, señala un usuario en TikTok.

Dice que ella ofrece accesos VIP con barra libre en los espectáculos, a precios muy baratos y así engaña a las personas.

“Yo fui una de esas personas –dice–. A ella la conocí por medio de una amiga que me vendió boletos para Bad Bunny, después de un tiempo le pregunté si su amiga tenía boletos para el Coca Cola Flow Fest y me pasó su número. Fue la primera vez que hablé con ella. Le compré varios accesos al Coca Cola junto con una amiga y ella al ver que podía ofrecer boletos me ofreció darme entradas”.

Comenta que le preguntó de dónde sacaba las entradas y ella le dijo que trabajaba “en el medio”, en una empresa de marketing y que todos los accesos se los daban para influencers y artistas.          

Asegura que su amiga le dijo que era seguro porque ya le había dado boletos para entrar a conciertos y se confió. Ofreció a sus amigos boletos para Bad Bunny, Dady Yankee, la Fórmula Uno, la NFL y muchos le compraron.

“Esta mujer me firmó una carta de todo el dinero que le había depositado y que se hacía responsable de todos los accesos y, bueno, para no hacerles tan larga la historia, le estuve vendiendo boletos desde julio hasta octubre y una semana antes de la Fórmula Uno esta mujer cerró sus redes sociales y desapareció. Se levantaron varias denuncias y supe de más personas afectadas y la verdad es que se robó más de 2.5 millones de pesos en estafar a la gente”, indica.

Una mujer en Twitter denunció su caso y la hizo responsable por cualquier amenaza o atentado en su contra, la tildó de sociópata y señaló que era peor que “el estafador de Tinder”.

Contó que la conoció por amigos de teatro, televisión y medios en general, que cuando entró en confianza la invitó a espectáculos en general y a cambio pide recomendaciones con amigos, se porta muy profesional y se gana la confianza de la gente.

“Comienzas una amistad, se siguen en redes sociales y todo se ve muy normal. Ella sube fotos súper profesionales con sus gafetes de staff en eventos y demás”, indicó.

Señaló que cuando las amistades que recomiendan dicen que por su trabajo le regalan cortesías, pero no le gusta “ser manchada” y las vende a mucho menor precio que un boleto normal. “Tú piensas: no es una reventa, es una morra sacando dinerito extra”, añadió.

“Una vez que tus amigos confían porque tú la recomendaste, compran ‘sus accesos’: $2,500 con alimentos y bebidas (porque son cortesías para influencers); $2,000 para el público en general. Insisto: no es raro, porque quien ha trabajado en medios sabe de los ‘intercambios por mención’”, destacó.

Lo más nefasto de todo, añadió, el 20 de octubre pasado “ya no supimos nada de ella. Desapareció con aproximadamente 2 millones de pesos (de lo que sabemos). Mismos con los que ha pagado sus abogados, porque sí, la detuvieron, pero resulta que ahora es la víctima. ¿Cómo?”, se pregunta.

Comentó sobre las personas que defraudó y quisieron cobrarle, pero las acusan de secuestro, mientras Tracey está libre y ellas bajo investigación.

 

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