CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Poco después de mediodía, mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador llevaba apenas la mitad del recorrido de su marcha para celebrar sus cuatro años de gobierno, el Zócalo capitalino estaba atiborrado y empezaban a llegar sus primeros invitados al templete instalado frente a la Catedral, dónde se tiene previsto que el mandatario dé su discurso.

Muchos de los asistentes estaban presentes en el Zócalo desde la mañana, y aguantaban el cansancio de quedar de pie en la plaza de la Constitución, debajo de un sol que se hacía cada vez más pesado. Cerca de la una de la tarde pasaron tres rescatistas del Erum frente al palco de prensa con una señora mayor en sus brazos, aparentemente desmayada.

Tres horas después del arranque de la marcha, los mariachis que entretenían al público desde el templete cedieron el lugar a los integrantes del gabiente de López Obrador y otros invitados del mandatario, que empezaban a llegar.

Mientras esperaban el mandatario, Octavio Romero Oropeza, Rosa Icela Rodríguez, Raquel Buenrostro, Leticia Ramírez, Manuel Bartlett, Victor Manuel Villalobos, Maria Luisa Albores, Rafael Ojeda Durán, Jorge Alcocer y Alejandra Frausto, entre otros, platicaban de pie, en la reducida parte del templete que tenía sombra.

La banda de música, por su parte, siguió tocando desde abajo del escenario, pues el presidente estaba todavía lejos del Zócalo, atrapado en medio de la muchedumbre presente en la ruta de la marcha para aplaudirlo.

Desde azoteas de edificios aledaños al Zócalo capitalino se observa la marcha del presidente López Obrador.