CIUDAD DE MÉXICO (apro).–El excandidato presidencial del PAN, Ricardo Anaya Cortés, arremetió como cada lunes contra el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y, también como cada lunes, su tema central fue el cuestionamiento a la refinería de Dos Bocas y al Tren Maya.

El videomensaje difundido a través de sus redes sociales, tomó como referencia el Día Internacional contra el Cambio Climático, por lo que esta vez, las dos obras mencionadas fueron el objeto de su arenga.

Según Anaya, el país llegó a ser uno de los más adelantados en la generación de energía solar y eólica, pero “este gobierno, que todo los destruye, decidió echarnos para atrás 50 años y hoy solo le apuesta a las energías fósiles, privilegiando el monopolio de Pemex y CFE.

Sobre el Tren Maya, el también excandidato presidencial recordó que el mandatario prometió no tirar ni un árbol pero que ya lleva 485 mil hectáreas deforestadas. En tanto, del programa Sembrando Vida, pues que ha provocado lo contrario, ya que la gente tala árboles para plantar los nuevos que ahora se les están muriendo.

“Otro programa hecho con las patas”, dijo.

En el caso concreto de la refinería de Dos Bocas, el panista se explayó, recordando las veces que se dijo que los terrenos elegidos no eran propicios, destruyeron muchas hectáreas de manglar y especies animales que habitan ese ecosistema. Y continuó:

“Pero además de su función ambiental única, los árboles de los manglares son una barrera natural para proteger las costas (…) las consecuencias de esta ocurrencia de López Obrador, son que ahora la zona vive inundada”.

Abundo en que el mal negocio porque son tiempos en los que el petróleo debe venderse a buen precio para usarlo en obra, e inclusive, en el desarrollo de energías limpias.

Finalmente, el panista actualmente radicado en algún lugar del extranjero para evitar, según dijo en su oportunidad, ser detenido, lanzó una serie de propuestas para revertir los daños de la política ambiental de López Obrador, entre estas: invertir en energías limpias.

Llamó a la sociedad a obligar a los políticos, empezando por el Presidente, a respetar los estudios de impacto ambiental y, en general, a cuidar el medio ambiente.