Cámara de Diputados
Desde tribuna, Fernández Noroña le "pinta dedo" a diputada panista
Encendida, la regiomontana Sarahí Gómez exigió a Fernández Noroña que ofreciera una disculpa. “No a mí, a los mexicanos por su comportamiento insultante”.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El diputado petista Gerardo Fernández Noroña robó reflectores en la sesión de este jueves en San Lázaro, donde se analizaba el paquete económico 2022, pero no por su discurso, sino por la seña obscena que hizo desde la tribuna a la diputada panista Annia Sarahí Gómez, en respuesta a los persistentes reclamos de ésta.
Ante el azoro del titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez de la O, quien se encontraba sentado a un lado, Fernández Noroña levantó el brazo y cerró el puño derecho, excepto el dedo medio, o sea, le “pintó dedo”, como se dice vulgarmente, y lanzó:
“Me grita hipócrita alguien que me hacía así en la legislatura pasada y yo le decía: compañera, ¿está usted mal de artritis? La voy a mandar al Seguro Social, para que la atiendan. Esa es la hipocresía de Acción Nacional, esa es la doble moral y la majadería”.
Sin soltar el micrófono, el legislador del Partido del Trabajo (PT) prosiguió: “Ah, pero no le responda uno a una compañera, porque entonces eres misógino. Somos pares, aguanten los argumentos. Somos pares, llegamos por el voto de la gente. Somos pares, merecemos todo el respeto y la dignidad como legisladores que somos. Y somos pares y estamos obligados a servir al pueblo de México y no a los intereses bastardos a los que ustedes representan, que son el negocio al cobijo del poder, la corrupción, el saqueo, el remate del patrimonio nacional”.
Encendida, la regiomontana Sarahí Gómez exigió a Fernández Noroña que ofreciera una disculpa. “No a mí, a los mexicanos por su comportamiento insultante”.
Y, sin salir de su asombro, lo acusó de usar la tribuna para difamar e insultar a sus compañeros.
“En este caso me tocó a mí, otra vez, porque parece que tiene una fijación conmigo”, dijo Gómez.
Y subrayó que al parecer no le sirvió de nada al legislador el curso de género que tuvo que tomar cuando insultó a la también panista Adriana Dávila en la anterior legislatura. “Además de grosero es misógino”, remachó.