CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A casi dos años del golpe de Estado en Bolivia se reveló que el piloto del avión de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) que rescató al expresidente Evo Morales, el 10 noviembre de 2019, logró esquivar un cohete que fue lanzado desde el aeropuerto de Cochabamba.

En el libro más reciente del presidente Andrés Manuel López Obrador, “A la mitad del camino”, se cita un documento de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) donde se narra que, desde la terminal aérea boliviana, un elemento de las fuerzas armadas de ese país apuntaba permanentemente hacia el avión con un lanzacohetes RGP.

Cuando el avión de la FAM arribó al aeropuerto boliviano ya había militares armados en el lugar y le negaron la autorización para despegar, por lo que debió retornar a su posición inicial. El piloto Miguel Eduardo Hernández Velázquez intentó comunicarse con el titular de la Sedena, Luis Crescencio Sandoval, sin éxito.

Entonces los militares bolivianos ordenaron al piloto que levantara los brazos y bajara a Morales del avión. Otro individuo lo golpeó por detrás con la culata de un arma larga tipo Garand, por lo que el piloto giró a la izquierda para confrontarlo. Uno más le pegó en el abdomen con el rompe flamas de un fusil automático ligero, cargó el arma y le apuntó al pecho sin motivo.

Los ataques terminaron cuando el piloto dijo a uno de sus agresores: “Joven soldado, los valientes no asesinan”, pero después otro grupo de militares y civiles armados intentó subirse al avión, por lo que el piloto se atravesó en la escalerilla para impedirlo.

Finalmente, un general boliviano autorizó el despegue con la condición de abandonar el espacio aéreo, o no respondería por la seguridad de los ocupantes ni de la aeronave.

“Durante el ascenso inicial, el piloto alcanzó a observar desde el lado izquierdo de la cabina de mando, y cuando casi alcanzaba los mil 500 pies sobre el terreno, una estela luminosa similar a la característica de un cohete en la posición de las siete (atrás a la izquierda de la trayectoria del avión) por debajo del horizonte”, de acuerdo con el documento de la Sedena.

Lo anterior, “estimando el piloto que, en caso de tratarse de un proyectil, el punto desde donde fue lanzado podría estar ubicado en las inmediaciones del aeropuerto de Cochabamba”. Y debió hacer un “viraje ceñido” hacia el lado opuesto de la trayectoria del proyectil.

Según el reporte, no se informó a la tripulación lo ocurrido, para evitar aumentar la tensión de la misión diplomática de rescate del expresidente, a quien se dio asilo en México.

Los golpistas trataron de asesinarnos: Evo Morales

Evo Morales, por su parte, señaló que cada día se revelan más detalles del golpe de Estado.

“Ahora sabemos por testimonio de un hermano piloto mexicano que dispararon un proyectil contra el avión que nos salvó la vida. Los golpistas trataron de asesinarnos y como fracasaron, ahora intentan eliminarnos políticamente”, redactó en Twitter.

Gabriela Montaño, quien ese año era ministra de Salud, señaló en sus redes sociales que se le volvió a hacer un nudo en la garganta, no sólo porque ella también iba en ese avión, sino por lo que le hubiera pasado al país si mataban a Evo Morales.

“Las sombras del terror sembrado en el pueblo boliviano no puede quedar impune”, escribió.

En otro tuit expresó: “Nunca nos alcanzará la vida para agradecerles”, y recordó que el director de Asuntos Especiales de la subsecretaría para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) se subió a ese avión de la FAM teniendo un bebé de unas pocas horas de nacido, y agradeció a la tripulación, al gobierno de López Obrador y al pueblo mexicano.

“¡Felicidades Froy! Eres un mexicano ejemplar, valiente y leal”, apuntó el subsecretario para América Latina y el Caribe de la SRE, Maximiliano Reyes Zúñiga.

Ayer, López Obrador adelantó algo de lo que publica en su libro sobre cómo se decidió brindarle protección y asilo a Evo Morales.

“Di la instrucción desde Cancún, porque estaba yo en una gira por allá cuando el golpe de Estado en Bolivia, y le hablé a Marcelo (Ebrard, titular de la SRE) para que se comunicara con Evo, con sus colaboradores y ofrecer el asilo, y al mismo tiempo al secretario de la Defensa. Preparen una misión --que se llamó Misión Bolivia-- de inmediato. Se corrieron riesgos, pero llegó a salvo, se cumplió la misión”.