Educación
El regreso a clases presenciales: la urgencia de estar a salvo
Lo más importante es que para poder volver a clases presenciales, esto represente el menor riesgo posible para todas las partes involucradas, lo que requiere de un esfuerzo conjunto y coordinado entre padres, alumnos y autoridades escolares.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El regreso a clases después de 18 meses de confinamiento ha despertado una gran controversia a nivel nacional. Existen apasionados partidarios de volver a clases y a su vez, un gran bloque de la población considera que es algo que aún no se debe hacer. Los niños y jóvenes de México, son probablemente un caso único en el mundo, en el sentido de que no volvieron a clases presenciales durante un año y medio, ni una sola vez. La gran mayoría no ha tenido posibilidad de tejer y ejercer lazos sociales con sus compañeros y amigos en el espacio escolar durante estos dieciocho meses. Esto, genera, por un lado, desesperación y por el otro, acting out en los jóvenes con sus salidas más irresponsables por el deseo de encontrarse entre ellos. Asimismo, cabe destacar que con las variantes originales del virus (previas a Delta), los casos de contagios en niños y jóvenes eran poco frecuentes. Ahora, estos casos han aumentado. Debemos enfatizar, que a la fecha, México está atravesando por una tercera ola de la pandemia, con un pico –hasta ahora– registrado el 18 de agosto con 28,953 contagios, por lo que muchos consideran que será una catástrofe lo que pueda devenir cuando comiencen las clases presenciales.
La situación parece irresoluble, pero si el regreso a clases presenciales es una decisión tomada por la autoridad, nuestra obligación como sociedad civil recae en buscar y convocar a un planteamiento de cómo debe hacerse para no poner en riesgo la salud de los niños y por ende, la de la población entera. Consideramos, se debe definir con toda claridad, las condiciones ideales y las mínimas que deben tenerse en los planteles, y la preparación y capacitación con que deben contar los maestros, los padres de familia y los niños para poder regresar a clase en aulas.
Dos preguntas que buscamos contestar: ¿cuáles son las medidas y condiciones recomendadas? y ¿cuáles son las medidas mínimas indispensables?
Es importante no dejar que la desesperación tome el lugar de la prudencia. En esta crisis y ante nuevas variantes nos hemos enfrentado muchas veces a la incertidumbre, sin embargo, la ciencia y sus investigadores nos han ayudado a comprender cada vez más, un panorama más amplio. Hay que recalcar, además, que el resto de las actividades sociales y económicas, han reanudado en su mayoría: centros de trabajo, cines, restaurantes y bares. Así que hay mayor información y experiencia para reanudar las clases que cuando inició la pandemia y el confinamiento parecía la única opción viable, motivo por el cual, se determinó el cierre presencial de escuelas en marzo de 2020. La experiencia ya ha mostrado las medidas que son irrelevantes (como el tapete sanitizante) y cuales no son negociables, como el uso correcto de mascarilla (cubrebocas) y una adecuada ventilación con medidores de dióxido de carbono (CO2).
Varias escuelas han sido accesibles en permitir que el regreso sea voluntario, como lo ha sugerido la ONU. La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha enfatizado, que el retorno a clases debe ser una prioridad de gobiernos, padres y madres. Recomendó, que el regreso se haga por fases, considerando el nivel de la epidemiología en cada localidad. https://coronavirus.onu.org.mx/94-de-los-contagios-en-mexico-por-variante-delta-ops.
De tal forma, y siguiendo dichos lineamientos, lo ideal sería que las fases de regreso presencial a clases inicien en los lugares donde sea posible, basados en tasa de contagio, capacidad hospitalaria y posibles adaptaciones de espacio físico escolar. Queremos añadir a esto, algunas medidas que deben tomarse en los planteles para adecuarlos al regreso presencial de los alumnos y en breve, comentaremos los requerimientos mínimos para que esto sea posible minimizando el riesgo de contagio comunitario.
Lo más importante es que para poder volver a clases presenciales, esto represente el menor riesgo posible para todas las partes involucradas, lo que requiere de un esfuerzo conjunto y coordinado entre padres, alumnos y autoridades escolares. Si algún eslabón falta, se rompe la cadena de confianza que lo haría posible y adecuado.
Existe ya, una experiencia alentadora en México que nos proporciona el programa #abremiescuela, el cual, fue un esfuerzo realizado por 23,108 escuelas en 13 entidades de la República Mexicana durante el ciclo escolar 2020-2021, que establecían claros protocolos para que se pudieran llevar a cabo las clases presenciales (https://abremiescuela.mx/2021/08/01/casi-un-millon-de-estudiantes-tuvieron-oportunidad-de-acudir-a-las-aulas-en-2020-2021/) .El resultado fue que 980,000 alumnos y profesores participaron de esta iniciativa y durante dicho periodo, solo se reportaron 97 casos de COVID, lo cual represente el 0.01%.
MEDIDAS DE PREVENCION A SEGUIR PARA REAPERTURA DE ESCUELAS
I. Los planteles escolares
Organizar un aforo reducido del 50, 30 o 20% de acuerdo con la capacidad del plantel
A. Los salones de clases:
Deben estar bien ventilados, con ventanas abiertas para que circule el aire de forma constante, de preferencia de forma cruzada. Idealmente, deben tener ventilación de techo a piso, extractores a nivel de pies, y filtros de ambiente HEPA. Todas las personas deben usar siempre mascarilla correctamente, no tocarse la cara, lavarse las manos frecuentemente o usar alcohol gel > 70º, guardar distancia mínima de 2 metros, y pedir a otros que sigan las mismas normas. No hablar por celular y mantener un volumen adecuado de voz. No compartir utensilios como plumas o lápices. No comer ni beber.
B. Agua corriente para que los niños puedan lavarse las manos constantemente.
C. Drenaje. Los vapores fecales pueden ser agentes de transmisión de COVID, por tanto, el drenaje es muy importante para evitar que los niños enfermen por está vía.
D. Patio o área descubierta para que los niños puedan almorzar al aire libre. No se debe organizar el ingerir alimentos en espacios cerrados.
II. Los alumnos
Usar mascarilla en TODO momento y no hablar al celular.
No compartir utensilios como plumas, gomas, etc.
Buscar mantenerse en lugares bien ventilados
No tomar agua de bebederos comunes
No compartir alimentos ni botellas
III.- Los maestros y autoridades escolares
Asegurarse de que el plantel cuente con lo necesario antes de la reapertura de clases: ventilación adecuada, drenaje adecuado, trampas de drenaje que eviten partículas flotantes contaminadas, ventiladores de techo y ventiladores de pie.
Encontrarse vacunados con dos 2 dosis de Pfizer, Astra-Zeneca, Sputnik. En el caso de Cansino es altamente probable que requieran un refuerzo y necesitan estar al pendiente de ello.
Capacitarse y actualizarse de manera continua a medida que surge nueva información de cuidados para prevenir los contagios.
Dar seguimiento a que los alumnos cumplan las reglas.
Prohibir venta de comidas en las escuelas.
IV. Los padres
Los padres de familia deben estar atentos a los síntomas que la nueva variante Delta genera en sus hijos. Es importante aclarar, que esta variante se ha detectado, hasta el 10 de agosto en 142 países y es más contagiosa que la variante original.
Los síntomas también han cambiado, y es más frecuente observar congestión respiratoria de vías aéreas superiores, en sustitución por la pérdida de gusto y olfato. También se observan síntomas como fiebre, fatiga, tos, estornudos, dolor abdominal, dolor de cabeza y descarga nasal.
Los padres deben estar atentos a los síntomas y signos que componen el síndrome sistémico inflamatorio, que incluyen mayor cantidad de manifestaciones gastrointestinales, como dolor abdominal o diarrea, daño al músculo del corazón (miocarditis), a las membranas que lo cubren (pericarditis), que se manifiesta como presión en el pecho, dolor, alteración en ritmo cardiaco y opresión. Así como síntomas que involucran el sistema nervioso, como dolor de cabeza, confusión e irritabilidad. Afecta a niños entre los 7 y 10 años y con mayor frecuencia aquellos niños con obesidad o daño pulmonar crónico.
Una pregunta común es qué deben hacer las escuelas ante la presencia de un caso de covid-19 en un alumno. En nexos, Andreu Comas y Rafael Bojalil, comentan que desgraciadamente la política nacional dicta que por un caso debe cerrarse toda la escuela —lo cual no tiene bases científicas—. Sugieren que, si se presenta un caso en una escuela, puede implementarse una suspensión preventiva mientras se realiza el estudio epidemiológico. Una vez determinado el origen del contacto y la cadena de contagios, puede determinarse si sólo se cierra el grupo. https://educacion.nexos.com.mx/un-regreso-seguro-a-clases-es-posible/
Padres, alumnos, maestros e instalaciones. Mascarilla, Ventilación, Vigilancia, Drenaje. Cada uno tiene un papel primordial a jugar para que las clases puedan llevarse a cabo. El regreso a clases presencial o híbrido es necesario, pero solo es posible con el cuidado de todos.
Marcela Saeb Lima @MarcelaSaebL
Dermatóloga y dermatopatóloga. Adscrita al departamento de patología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.
Roselyn Lemus-Martin @roslemusmartin
Doctora en biología molecular, Universidad de Oxford, investigadora de vacunas y tratamientos contra COVID19
Ingela Camba Ludlow @IngelaPsi
Maestra en Psicoterapia Psicoanalítica, Coach PCC por la ICF y Coach Sistémico de Equipos.
Investiga y escribe sobre vida psíquica y sociedad en la pandemia. @zolliker
José Sánchez Zolliker @zolliker
Economista, Consejo de administración de clínicas y hospitales, Consultor Médico, Fundador y Director de Clinicas de Rehabilitación de COVID19, investigador de secuelas y protocolos de atención de COVID19