CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) negó que la exprecandidata presidencial independiente, María de Jesús Patricio Martínez, mejor conocida como Marichuy, fuera discriminada por personal de seguridad de esa institución, como se ha señalado por simpatizantes del Congreso Nacional Indígena (CNI).

A través de un breve comunicado, aclaró que no se le negó la entrada a Marichuy a la sede principal del máximo tribunal, ubicado en Pino Suárez 2, en el Zócalo capitalino, por lo que sí pudo presentar un documento a favor de la comunidad de Santa María Ostula, Michoacán, que reclama ante la SCJN el reconocimiento de su territorio.

De acuerdo con el comunicado, la presencia de policías y personal de seguridad institucional que se observa en las fotografías en las que también aparece Marichuy, frente a la escalinata de la Corte, fue por las tres marchas en la zona, una de las cuales se tornó muy agresiva.

Sin embargo, la Suprema Corte negó que se pretendiera obstaculizar el paso de Marichuy, quien –subrayó-- pudo entregar su petición a la Oficialía de Partes.

“El viernes pasado, en las inmediaciones de la SCJN había tres manifestaciones, una de ellas violenta, por lo que se dispuso un operativo de seguridad para resguardar la entrada principal del edificio sede. La señora Marichuy, que aparece en la fotografía, ingresó sin mayor contratiempo a ingresar un documento al buzón de la oficialía de partes”, se lee en el comunicado de la Corte.

El boletín oficial se acompañó por un mensaje en la red social Twitter, en el que se aclara que la imagen en la que supuestamente se le negó el acceso no corresponde con la realidad. 

“El viernes pasado la señora Marichuy acudió a la SCJN. El fin de semana circuló una foto donde supuestamente se le negó el acceso. Esto no fue así, la señora Marichuy ingresó sin mayor contratiempo a la oficialía de partes”, dice el mensaje, acompañado con dos fotografías dentro del edificio del máximo tribunal.

Por último, en el comunicado se señala que las puertas de la Suprema Corte siempre estarán abiertas para el pueblo de México, y en particular para los grupos más vulnerables del país, con el propósito de defender los derechos humanos de todas las personas.