CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).– A dos años y medio de la terrible explosión provocada por la fuga de gasolina de una toma clandestina en el municipio de Tlahuelilpan, en Hidalgo, Pemex deberá elaborar y dar a conocer versiones públicas sobre lo sucedido, e informar sobre la hora en que supo que el ducto tenía una fuga y en qué momento procedió a cerrarlo.

El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ordenó a la petrolera que dé a conocer detalles sobre su gestión aquel 18 de enero de 2019, cuando de la toma salió un geyser gigante de gasolina, el cual se prendió y explotó con decenas de pobladores abajo, llenando barriles con gasolina; 137 personas fallecieron y decenas más resultaron heridas. 

Pemex se había negado a entregar la información a una persona que la solicitó por la Plataforma Nacional de Transparencia, evocando riesgos a la seguridad nacional y bajo el pretexto de que divulgarlo representaría un peligro para una persona.

Sin embargo, el INAI consideró que no toda la información cumple con los estándares para reservarla, e instruyó a la petrolera que elabore versiones públicas de sus notas preliminares y minutas sobre ese evento trágico, ocurrido en las primeras semanas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.