CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, planteó que aunque las campañas son para discutir propuestas, hay quienes “tienen la mira chueca, creen que las campañas son para confrontarse con el árbitro”.

En referencia a las descalificaciones que ha recibido el INE de parte de Morena y sus candidatos y dirigentes, aunque sin aludirlos directamente, Córdova expuso: “esas son estrategias políticas sobre las que el INE no juzga y tampoco frente a las que el INE se amedrenta”.

En el curso de cobertura electoral realizado por el Instituto para medios de comunicación, el consejero planteó que a casi una semana de iniciadas las campañas, periodo que debería ser para debatir ideas, esto se ha dejado de lado por el discurso de polarización e intolerancia.

Y recordó que, como ocurrió en las pasadas elecciones en Estados Unidos, “la irresponsabilidad de algunos actores puede poner en riesgo la democracia”.

La polarización está afectando a todos los sistemas políticos del mundo, y las campañas electorales “deben ser intensas, duras como sean necesario, y el límite es el que establece la ley y el INE se va a encargar, como siempre lo ha hecho, de que esos límites no se traspasen, como siempre lo han hecho”.

Pero “hay unos que en las campañas, algunos tienen la mira chueca, que creen que las campañas son para confrontarse con el árbitro; bueno, esas son estrategias políticas sobre las que el INE no juzga y tampoco frente a las que el INE se amedrenta”.

El problema es que a la polarización se ha sumado la intolerancia, y “cuando eso ocurre al de enfrente no se le ve como adversario, con el que se puede o no estar de acuerdo, pero se le respeta democráticamente”, sino que entonces se le ve como un enemigo, apuntó Córdova, quien ha estado confrontado con el gobierno federal y también se le ha acusado de racista por mofarse de representantes de los pueblos indígenas.

El consejero presidente del INE finalizó: “Y es preocupante que en el contexto y discurso actual, palabras que no deben formar parte del léxico democrático, si queremos ser responsables, expresiones como debe morir, debe extinguirse, híjole, esas palabras evocan los peores momentos de la historia reciente de la humanidad (pero) son muy frecuentes”.