CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Como si fuera un perro doméstico, unos turistas pasearon a un cachorro de tigre de bengala, por el malecón de Mazatlán, Sinaloa. Y aunque en México no está prohibida su posesión, sí lo está que los paseen en la vía pública.

En un clip de 12 segundos, difundido el 1 de abril, se ve la cabeza del tigre asomarse por la ventana de un automóvil Honda color plata. En más de una ocasión quiso escapar, pero anchas y fuertes cadenas lo contuvieron.

“Primero el león en el Malecón, ahora el tigre en la zona dorada. Sólo en Mazatlán.”

Según gossopvehiculo.com, el tigre se llama “Elegante”, tiene 4 meses de edad y lo sacaron a pasear por la avenida Insurgentes, cerca del malecón.

Un motociclista que circulaba a la par del vehículo redujo la velocidad cuando percibió que el tigre quería salirse.

Los usuarios de redes sociales reaccionaron con comentarios inesperados, mientras algunos arrobaban la publicación de Kelsey con las cuentas de autoridades como la Semarnat, otros preguntaban qué tenía de malo.

¿Qué dice la ley?

La Ley de Vida Silvestre de México indica que es legal tener una especie exótica si se adquiere por medio de vendedores oficiales de animales que autentifiquen que los cachorros nacieron en cautiverio. Para ello, se necesita un permiso de la Semarnat.

Un tigre de Bengala puede costar entre 50 mil y 200 mil pesos, dependiendo de las características.

Aunque la ley no prohíbe la compra, sí restringe que alguien pueda sacarlo a pasear a la vía pública.

Según la World Wildlife Fund (WWF), si continua la caza furtiva, el tigre de bengala desaparecerá en 15 o 20 años.

“El tigre de Bengala o Indio (Panthera tigris tigris) es, después del tigre siberiano, la segunda especie de tigre más grande del planeta. Mide tres metros de largo y pesa entre 260 y 290 kilogramos. En 2017 quedaban solo mil 500 ejemplares en el mundo.

Hasta el momento, ninguna autoridad en Sinaloa o a nivel federal se ha pronunciado al respecto.

Otros casos en México

El 18 de febrero pasado, gracias a una denuncia ciudadana en redes sociales, la Brigada de Vigilancia Animal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana logró resguardar el cadáver de un león africano que abandonaron en una calle de la alcaldía Iztapalapa.

En una tarjeta informativa, la Brigada de Vigilancia Animal confirmó que fue encontrado el animal y trasladado a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), en el municipio Naucalpan de Juárez, Estado de México.

Los brigadistas arribaron a la calle Claudio Alcocer, en la colonia San Sebastián Tecoloxtitlán, en Iztapalapa para atender el reporte sobre el hallazgo del felino grande en la vía pública y que no se movía.

“Luego de hacer un recorrido sobre la calle Claudio Alcocer, encontraron a un león macho, de talla grande, sin vida, por lo que realizaron las maniobras necesarias para resguardarlo.”

Fue el usuario Orlando pidió a “alguna autoridad” que lo apoyara porque abandonaron a “este pobre león” que dejaron tirado en la calle cubierto de cal desde hace una semana atrás.

El 7 de septiembre de 2020, después de que una usuaria reportara a una mujer que paseaba a un cachorro de tigre de bengala en Plaza Antara, en Polanco, Ciudad de México, con todo y correa como si fuera un perro, se cuestionó si era legal tener este tipo de animales como mascotas domésticas.

Ante la denuncia, la Procuraduría Federal para la Protección del Medio Ambiente (Profepa) respondió:

“Buenas tardes, la PROFEPA ya se encuentra investigando los hechos, por lo que, si cuentan con mayores datos, le agradecemos hacerlos del conocimiento de esta autoridad al correo electrónico denuncias@profepa.gob.mx”

El 20 de mayo, en redes sociales se viralizó un video de un tigre de bengala caminando sobre la calle y tras él una persona tratando de atraparlo, en Tlaquepaque, Guadalajara.

La Profepa fue al domicilio de la persona e impuso un aseguramiento precautorio a los dos tigres y aunque presentó documentos para acreditar la procedencia ilegal de los animales, no contaba con el registro correspondiente ni con el plan de manejo autorizado por la Semarnat, donde se especifica que las instalaciones cuenten con la seguridad de los ejemplares y de la población civil, entre otros.