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Reforma a la industria eléctrica de AMLO pone en riesgo al T-MEC, considera el PAN
Marko Cortés, líder nacional del PAN, dijo que la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica propuesta por el presidente López Obrador pone en riesgo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- El líder del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés Mendoza, sostuvo que de aprobarse la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, provocará el “aumento del precio de la luz, la necesidad de mayor subsidio gubernamental, más pérdida de empleos y una mayor contaminación del medio ambiente”.
El dirigente nacional alertó que la propuesta legislativa pone en riesgo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), “llevará al país a litigios internacionales”, al convertir a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) “en un monopolio”, además de que el país “perderá credibilidad para atraer inversiones y habrá pérdidas millonarias para las empresas que invirtieron en proyectos de generación de energía eléctrica, con la consecuente pérdida de empleos por la revocación de contratos”.
Ante el proyecto, que revertiría la reforma aprobada durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, el dirigente partidista dijo que el presidente López Obrador “incumplió su palabra de no modificar las reglas del sector energético en la primera mitad del sexenio, mucho menos sobre las inversiones ya realizadas”.
Insistió en que de aprobarse la reforma, “las y los mexicanos vamos a pagar más por la electricidad de nuestras casas”, lo que afectará con mayor intensidad a las familias más pobres”.
Anunció que ante la reversión de la Ley de la Industria Eléctrica, su partido propondrá que ”se subsidien paneles solares para la autogeneración en vivienda”, a fin de que “las familias más pobres tengan un ahorro muy importante, al ya no tener que pagar por la energía eléctrica que consumen”.
Negó que la Ley de la Industria Eléctrica aprobada en 2013 significara la privatización del sector, porque “jamás se vendió algún activo de la CFE a un particular”, sino que “dio apertura a la competencia” .
Abundó que la creación de la figura de Productores de Energía (PIE) fue creada ante la insuficiencia de recursos de CFE “no tenía recursos para invertir en plantas eléctricas”, de manera que este esquema fue benéfico para la empresa “porque su producción es de casi un 50 por ciento más barata que la de las plantas viejas de CFE y le permitieron resolver su falta de recursos para invertir después de la crisis de 1994”.
Cortés Mendoza calificó como “absurdo que el gobierno diga que las energías renovables general problemas de interminencia, ya que países como Islandia depende 100 pro ciento de energías renovables; Noruega en 98 por ciento, Kenia en 70 por ciento, mientas que Uruguay, Suecia y Alemania también van en esa dirección”.
El dirigente aseguró que por el contrario, las hidroeléctricas de CFE no cuenta con suficiente agua para generar energía, situación que es evidente en El Cajón, La Yesca y Aguamilpa, situación que se agrava si se considera que “una planta que quema combustóleo no sólo contamina brutalmente, sino que además ofrece energía cinco veces más cara que la limpia”.
Dijo que la propuesta presidencial “deja (al país) muy mal parado en el aprovechamiento de las energías renovables y el cuidado del medio ambiente”, al relegar al tercer lugar de la generación de energía eólica o salar de particulares, y al final, la energía de ciclo combinado de empresas privadas, por lo que calificó la iniciativa como “anacrónica”.