AMLO
Descalificaciones a la oposición, la prensa y las culpas del pasado a dos voces: Fernández y AMLO
Ataques de la prensa, oposiciones, el reclamo por presuntos actos de corrupción en gobiernos pasados e inclusive, el deterioro del sistema de salud pública, en México y Argentina, marcaron el encuentro entre los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Alberto Fernández..CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Los ataques de la prensa, las oposiciones, el reclamo por presuntos actos de corrupción en gobiernos pasados e inclusive, el deterioro del sistema de salud pública, tanto en México como en Argentina, marcaron hoy el encuentro entre los presidentes, Andrés Manuel López Obrador y Alberto Fernández.
La visita de Estado, se enmarcó en la conferencia de prensa, conocida coloquialmente como “la mañanera (un hito en América Latina, diría Fernández del ejercicio), que aun con su programa convencional que los martes abunda en materia de salud, permitió a los dos mandatarios superar con creces el horario previsto: acabaron cerca de las 9:30 cuando en la agenda protocolaria indicaba las 8:30 horas para desayunar.
Familiar el trato, a diferencias de otros jefes de Estado, López Obrador se refirió a Fernández casi siempre como Alberto. Fernández, por su parte le dio tratamiento de presidente López Obrador. Al final, el mexicano dijo el presidente Fernández y el argentino, Andrés Manuel.
Hasta las exposiciones iniciales, las muestras de amistad y reconocimiento redundaron en el apoyo de López Obrador para traer a México a Evo Morales. Alberto Fernández inclusive consideró que el boliviano no estaría con vida de no ser por su intervención y el activismo de su homologo mexicano para rescatarlo del “golpe de estado” perpetrado con la anuencia de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Más tarde, Fernández agradecería a López Obrador su intervención con Black Rock para renegociar la deuda de su país, mientras que el mexicano, a su vez, haría amplios reconocimientos por el apoyo del primero en la recepción del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell y el compartimento de información para traer Sputnik V a México.
Sin embargo, la sesión de preguntas y respuestas recondujo el buen ánimo:
Fernández fue cuestionado por el escándalo de las “vacunas vip”, que indica la forma en que funcionarios públicos argentinos, él incluido, recibieron la vacuna, lo que desató al mandatario visitante en una relatoría sobre sus opositores y el silencio de los medios ante los casos de corrupción graves del gobierno que le precedió.
Entre otras cosas, habló del sistema de salud en malas condiciones que recibió al llegar al gobierno, un tema en el que López Obrador también abundó en el caso mexicano hasta reiterar el caso de un hospital asignado a “un cuñado” de Carlos Salinas de Gortari en Iztapaluca. Ambos coincidirían en sus respectivas alocuciones en distinto momento, en su afirmación sobre conseguir que ningún ciudadano se quedará sin atención médica.
La inconformidad de uno y otro, se expresó también contra los organismos financieros como el Fondo Monetario Internacional, la oposición en cada país y el reclamo a la prensa que, en hábil juego retórico, Alberto Fernández equiparó con el futbol a propósito de los que critican el partido, pero no juegan. Así la prensa, mirando y hablando desde la platea.
El cúmulo de comentarios llevaría al presidente mexicano, que a diario descalifica a los medios de comunicación, a decir: “yo pensaba que eso solo pasaba en México”.
Coincidentes en tono, posición y aspiraciones, el argentino consideró que México y Argentina están llamados a trazar un nuevo esquema de unidad en América Latina. El mexicano, más cauto en su internacionalismo, sólo abundó en el hermanamiento de las dos naciones y en abogar por el acceso universal a las vacunas.
Prudente también, López Obrador no abundó en expresiones elogiosas sobre Fernández, quien, sin embargo, se tomaría la libertad:
“Confesar algo que (momentos antes) no creí oportuno: México tiene el primer presidente honesto en muchos años, el primer presidente decente en muchos años y cuando lo escucho hablar como habla, actuar, cada día verifico cada vez más eso”.