CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Después de que no logró conseguir 262 de las 583 claves de medicamentos que pretendía adquirir en una compra consolidada para 2022, el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi) lanzó ayer una operación de emergencia: pidió a varias empresas farmacéuticas que le informen sobre la disponibilidad de medicamentos faltantes y presenten ofertas para surtirlos.

A pesar de que la compra supuestamente abarca todo el año 2022, empezando mañana 1 de enero, el correo indica que el Insabi recibirá las ofertas de las empresas farmacéuticas el próximo 6 de enero, para después analizarlas y lanzar los procesos de contratación; este tropiezo podría agravar el problema de abasto en todas las dependencias de Salud Pública, a excepción de Pemex.

En otras palabras: faltan varias semanas para que los medicamentos de la compra 2022 lleguen a las farmacias del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), las secretarías de Marina (Semar) y de la Defensa Nacional (Sedena), los hospitales que dependen de la Secretaría de Salud y las cárceles federales.

Esta invitación de último momento –un 30 de diciembre– es producto de una cadena de deficiencias en el proceso de compra de medicamentos, desde que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador quitó esa facultad al IMSS –con el motivo de luchar contra la corrupción– y encargó al recién creado INSABI la compra consolidada para todas las dependencias de Salud Pública.

El INSABI, a su vez, contrató a la Oficina de las Naciones Unidas para Proyectos y Servicios (UNOPS) para llevar a cabo la compra consolidada hasta 2024, por lo que la agencia de la ONU cobraría un monto total de 109 millones 745 mil dólares. Sin embargo, tanto el Insabi como la UNOPS han resultado incapaces de encabezar un proceso tan complejo, lo que ha provocado un grave desabasto en el sector de salud pública.

Así, para el abasto de 2022, la UNOPS fracasó en adquirir más de mil 200 claves, que las dependencias tuvieron que comprar por separado. Ante esta situación, el Insabi lanzó el pasado 26 de noviembre una licitación internacional de emergencia, a través de la cual buscó comprar 583 claves de medicamentos, iniciando las entregas este 1 de enero.

El pasado 22 de diciembre, la dependencia a cargo de Juan Antonio Ferrer Aguilar dio a conocer el fallo de la licitación: según un estudio del Instituto Farmacéutico de México (Inefam), la dependencia solo contrató proveedores para 317 claves –entre ellos Laboratorios Pisa, empresa que fue vetada por instrucciones de López Obrador–, dejando fuera a 266 claves.

Y ayer, el Insabi invitó a las empresas farmacéuticas a enviar sus propuestas para corregir esta situación, bajo la presión de López Obrador, quien aseveró que no aceptaría “excusas de ningún tipo” ante el desabasto de medicamentos.