TIJUANA, BC (proceso.com.mx).– El presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó la muerte de la actriz Carmen Salinas, y recordó que durante el proceso de desafuero en su contra en 2005, ella le brindó su apoyo.

Durante su tercera gira de trabajo por Baja California, López Obrador inició su conferencia recordando a la actriz tijuanense, quien falleció la noche del jueves 9.

“Conocí a Carmen porque su hijo Pedro estaba casado con una tabasqueña, de modo que Carmen tiene una nuera tabasqueña, dos nietos, y el papá de la nuera pues es un poeta finado querido en tabasco, Ángel Suárez Rodríguez, y como todos en tabasco tenemos apodos, era conocido como la Pájara”.

“Un abrazo a Carmen, un momento también, cuando en el desafuero, ella me apoyó en esos momentos muy difíciles, después ya nos distanciamos porque así es esto, pero la recordamos con afecto, con cariño y también reconocemos que era una muy buena actriz. Parte de la tradición de buenos artistas, actores en nuestro país”, comentó.

Cuestiona los videjuegos violentos y recuerda a Chabelo

Luego recordó que ayer vio una fotografía donde la actriz Carmes Salinas conduce una motocicleta con el también actor Chabelo detrás, “que ya también es toda una institución”.

Y aprovechó para cuestionar el tipo de diversión infantil a la que hoy se recurre como son los juegos por celular, cargados de violencia, individualismo y mercantilismo.

“Fíjense qué diferencia, nuestros hijos se levantaban a ver a Chabelo, ahora, lo digo de manera respetuosa, esos juegos de Nintendo, pura violencia, ya vamos a empezar a analizar eso porque pasan desapercibidos, como de noche, pero son contenidos tóxicos, nocivos, violentos”.

Luego describió uno de ellos: “llegan a una isla como cien (personas) y el juego consiste en eliminarse hasta que queda uno, fíjense, cuánto tiempo en eso, qué bueno puede ser para los jóvenes y adolescentes estar todo el tiempo viendo esas imágenes, interactuando donde lo central es la violencia, el individualismo. ¡ah! pero además reciben puntos o compran y venden; un mercantilismo vil. ¡Por todo eso, que viva Chabelo!