CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A los alcaldes de oposición que exigen más presupuesto para el próximo año, la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, les recomendó eliminar gastos suntuarios y que gobiernen con austeridad republicana.

“Es muy recomendable que no se gaste en gastos suntuarios, como andar en camionetas de lujo o guaruras. Todo eso hay que eliminarlo, hay que gobernar con austeridad republicana”, dijo en conferencia.

Cuestionada sobre las demandas de algunos alcaldes de oposición, como Lía Limón, de Álvaro Obregón, en el sentido de que deben recibir más presupuesto, la mandataria capitalina aseguró que para 2022 se les dará “un poco más” de presupuesto que en 2019, pero siempre con base en la fórmula constitucional. 

“Lo que hemos planteado es que hay un porcentaje establecido en la Constitución que deben tener las alcaldías respecto al presupuesto total como mínimo, que es el 18%”, dijo.

Según su explicación, la fórmula depende del número de población, población flotante, población en alto nivel de marginación, así como la superficie, la superficie de áreas verdes y particularmente de suelo de conservación. Con base en ello, dijo, Iztapalapa es la alcaldía que recibe más recursos, casi 6 mil millones de pesos para sus 1.8 millones de habitantes; le siguen Gustavo A. Madero, Álvaro Obregón, Tlalpan, Coyoacán y Cuauhtémoc.            

“Es una fórmula transparente y que permite distribuir el presupuesto. Quisiéramos que hubiera siempre más presupuesto, todos lo quisiéramos, pero eso significaría que tendríamos que elevar los impuestos y derechos de una mayor manera”, añadió. 

Luego, sin mencionar nombres, Sheinbaum soltó: “Es muy recomendable que no se gasten en gastos suntuarios, como andar en camionetas de lujo o guaruras. Todo eso hay que eliminarlo. Hay que gobernar con austeridad republicana”.
          
Ayer, la mandataria local anunció que la próxima semana su gobierno enviará al Congreso de la Ciudad de México su propuesta de presupuesto de egresos para 2022 y que éste será “justo”. Y a diferencia de otros años, subrayó, “no hay moches, tertulias en el oscurantismo, sino que es transparente”.