CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El actor Octavio Ocaña, quien falleció el viernes a los 22 años, tenía rastros de tetrahidrocannabinol en su cuerpo, concluyó la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), tras realizarle un examen toxicológico.

Había "presencia de tetrahidrocannabinol por arriba del punto de corte (50ng/ml), la cual fue mayor a 100ng/ml", informó la FGJEM, sobre el actor, que interpretó al personaje de Benito, en la serie Vecinos de Televisa. 

El tetrahidrocannabinol, comúnmente conocido como THC, es el principal principio activo del cannabis, una sustancia muy soluble en grasa y llega rápidamente al cerebro, en donde se acumula y del que se elimina muy lentamente.

El THC tiene una vida media aproximada de una semana, lo que significa que, una semana después de consumirlo, el organismo no ha conseguido eliminar más que el 50%. 

"Puede alterar el funcionamiento del hipocampo (ver "La marihuana, la memoria y el hipocampo") y la corteza orbitofrontal, que son regiones del cerebro que permiten que una persona cree recuerdos nuevos y cambie su foco de atención", como refiere el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos. 

La estructura química del THC es similar a la de la sustancia química del cerebro llamada anandamida. La similitud en la estructura permite que el organismo reconozca el THC y altere la comunicación normal del cerebro.

Desde 1960 se ha investigado su potencial terapéutico.

Algunos de sus principales síntomas que puede provocar su consumo son:

-Episodios de ansiedad

-Lagunas de memoria a corto plazo

-Disminución de la capacidad de concentración

-Aumento de la frecuencia cardíaca

-Posibilidad de padecer esquizofrenia

-Sequedad bucal

-Problemas con las funciones motoras

-Cansancio extremo

-Aumento del apetito

-Se nublan los sentidos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) refiere que es una sustancia, "que tiene usos terapéuticos, se denomina en ocasiones dronabinol, que es su denominación común internacional". Además de que en la actualidad está incluida en la Lista II del Convenio sobre Sustancias Sicotrópicas de 1971.