CIUDAD DE MÉXICO (apro).-  Juan Ríos Rebollo, sobrino del exdiputado federal Raúl Ríos Uribe y una de las seis personas asesinadas afuera del bar La Cantina 25, en Morelia, Michoacán, esta madrugada, inició su vida laboral vendiendo yogurt y luego celulares, pero de manera inexplicable se volvió millonario antes de cumplir 30 años.

Conocidos aseguraron a El Universal que Ríos Rebollo, nacido en Maravatío, Michoacán, era una persona violenta, principalmente con las mujeres, e incluso tenía denuncias penales en su contra, pero lo protegían las autoridades del gobierno del estado.  Tras su muerte, la Fiscalía de Morelia lo identificó como comerciante.

Esas personas contaron que empezó a vender yogurt en Maravatío y después teléfonos celulares, pero cuando se mudó a Morelia, en poco tiempo adquirió casas en zonas residenciales, ropa y joyería costosa, así como autos de lujo.

De hecho, el Lamborghini que el Ministerio Público aseguró en la escena del crimen, esta madrugada, pertenecía a Ríos Rebollo y lo bautizó como “El sargento”.

En redes sociales publicaba sus lujos, casas, viajes y automóviles Mercedes Benz, Audi y el Lamborghini verde militar personalizado.

En su cuenta de Facebook, Jr Ribers subió fotografías de sus viajes a Italia, Egipto, Dubái, Nueva York y otros países. Portaba armas y gustaba de publicar grabaciones donde lucía su lujosa vida que, según él, era producto de su labor como “empresario”, pero a nadie dijo de dónde provenía su fortuna.

Por otra parte, el blog ‘Sala de prensa noticias’ publicó que otro de los asesinados, Óscar David Méndez Frausto, de 36 años, fue parte del equipo de escoltas del gobernador Silvano Aureoles, quien dejó el cargo el pasado 30 de septiembre. Fue identificado como policía estatal.

El ataque

En el video de la masacre se ve a Ríos Rebollo con una mujer, afuera de la cantina, cuando llegan dos hombres que disparan directamente a la pareja y después contra la muchedumbre, con saldo de seis muertos y tres heridos.

El comisionado de Seguridad en Morelia, Alejandro González Cussi, dijo a medios locales que el ataque fue por un ajuste de cuentas entre grupos del crimen organizado. También mencionó que algunas víctimas tenían más de 20 impactos de bala y tres recibieron el tiro de gracia.

El funcionario reconoció que la policía de Morelia estaba cerca del lugar del tiroteo, pero no pudo intervenir, porque “no puede contener una capacidad de fuego de 50 casquillos”.

“La policía municipal reaccionó de manera muy rápida y brindaron incluso los primeros auxilios. Se localizaron dos vehículos y se aseguraron”, abundó.

Asimismo, admitió que el caso excede las capacidades del ayuntamiento, por lo que debe ser abordado a nivel estatal o federal, según El País.

La Fiscalía General de Justicia de Michoacán informó en un comunicado que en el lugar de los hechos fueron recolectados alrededor de 50 cartuchos percutidos de arma de fuego y dos vehículos sin placas en el distribuidor vial conocido como el ramal Camelinas.
    
El ataque ocurrió la madrugada de este lunes, cuando el bar La Cantina 25, ubicado sobre la avenida Enrique Ramírez Miguel, una de las más importantes y transitadas de la ciudad, estaba por cerrar.

Se registró después de una pelea entre dos mujeres, que de las palabras pasaron a los golpes, y al parecer fue lo que detonó el ataque armado, pues una de ellas era acompañante de uno de los sujetos que balearon y mataron a seis personas afuera del bar.