CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Fiscalía General de la República (FGR) y la defensa de Rosario Robles ya fueron notificados del amparo que otorgó un juez federal a la titular de Sedesol y Sedatu durante el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto contra la resolución que le impuso la prisión preventiva oficiosa.

De acuerdo con el abogado, una vez que todas las partes ya fueron notificadas del fallo judicial, un juez de Control adscrito al Reclusorio Sur deberá citar a una nueva audiencia para que vuelvan a dictarse las medidas cautelares que le corresponden a Rosario Robles.

El cambio de medidas cautelares implica que el juez de Control cumpla con el amparo dictado hace una semana en favor de la exservidora pública, por lo que su abogado Epigmenio Mendieta ha señalado que existe una gran posibilidad de que se le otorgue algún tipo de libertad condicional o la prisión domiciliaria, de manera que podría continuar su proceso penal fuera de la cárcel.

En dicho amparo se determinó que la licencia de conducir, con la que la Fiscalía General de la República argumentó que la imputada tenía varios domicilios, es inválida, por lo que no se puede considerar como un elemento de prueba en contra de la libertad de Robles.

El juez de amparo también resolvió que contrario a lo que ha afirmado la Fiscalía, Robles Berlanga y su familia no disponen de amplios recursos económicos que faciliten su evasión de la justicia, por lo que tampoco es argumento para negarle la prisión domiciliaria o algún tipo de libertad condicional.

Sin embargo, el juez de Control que se haga responsable de la audiencia no está obligado a dictar la libertad de forma automática, ya que deberá escuchar los alegatos de la FGR y volver a valorar los elementos de prueba para dictar la medida cautelar que se le impondrá a la exfuncionaria.

Otro elemento que podría evitar la libertad inmediata de Rosario Robles es la existencia de una orden de aprehensión por delincuencia organizada y lavado de dinero que no le ha sido cumplimentada, misma que fue dada a conocer por uno de sus exabogados, Sergio Arturo Ramírez, quien intentaba que su clienta se acogiera a un criterio de oportunidad, aunque no logró convencerla.